Decomisos de droga en Guna Yala, parte de las evidencias en EE.UU contra Otoniel

La fiscalía estadounidense aportó a la corte de Nueva York las fotografías de cargamentos confiscados en Panamá que atribuyen al Clan del Golfo, la organización más poderosa de Colombia de los últimos 10 años, cuyo cabecilla se declaró no culpable de tráfico internacional de drogas y de liderar las AUC

Los nexos conocidos hasta ahora del Clan del Golfo en Panamá reseñan a la operación ‘Fisher’ que en diciembre de 2021 desmanteló a un presunto grupo de apoyo logístico del Clan.

Entre las evidencias que posee la fiscalía estadounidense en contra del recién extraditado a Estados Unidos, Dario Antonio Usuga-David, alias ‘Otoniel’, líder del Clan del Golfo de Colombia, se mencionan dos decomisos de droga efectuados en las aguas caribeñas de Guna Yala, Panamá.

El pasado 5 de mayo, Otoniel fue trasladado en un avión de la Agencia Antidrogas DEA rumbo a la ciudad de Brooklyn, Nueva York, donde se declaró no culpable en el juzgado de la Corte del Distrito Este de ese estado por los presuntos delitos de narcotráfico internacional y por liderar la organización de las Auto Defensas Colombianas (AUC), considerada como un grupo terrorista.

EMBARQUES EN PANAMÁ
En el expediente de Otoniel que aparece en la Corte, se aprecia una nota elaborada por la fiscalía que adelanta algunas pruebas recabadas en contra del líder del Clan del Golfo, quien mantenía una injerencia significativa en Panamá, específicamente en el  atlántico.

El grupo “coordinaba el recibo de grandes cantidades de mercancía procedente de Colombia, la almacenaba y luego, bajo directrices del Clan, la entregaban a grupos con los que hacían negocios”, describió en aquél momento el procurador Javier Caraballo.

Entre ellas refieren un decomiso de cocaína en Guna Yala el pasado 13 de abril de 2021, de 1,365 kilos de droga que eran transportadas en dos lanchas rápidas en las costas de Panamá.

El segundo envío que  se atribuye al Clan del Golfo como parte de las herramientas de la fiscalía, apunta al decomiso efectuado el 14 de abril de 2021 de 2,609 kilos de droga que eran transportados en una lancha rápida en las costas del Atlántico de Panamá.  

Además de las pruebas mencionadas, el fiscal Breon Peace aportó fotografías de otros decomisos efectuados por las autoridades colombianas de municiones y armas de grueso calibre pertenecientes al Clan, empleadas frecuentemente para imponer el control del territorio dominado.

Los nexos conocidos hasta ahora del Clan del Golfo en Panamá reseñan a la operación ‘Fisher’ que en diciembre de 2021 desmanteló a un presunto grupo de apoyo logístico del Clan. En el operativo se decomisaron $10 millones en efectivo escondidos en una humilde casa de  Colón, fincas, propiedades, y la detención de 51 personas, la mayoría residentes de la costa de Colón. El grupo “coordinaba el recibo de grandes cantidades de mercancía procedente de Colombia, la almacenaba y luego, bajo directrices del Clan, la entregaban a grupos con los que hacían negocios”, describió en aquél momento el procurador Javier Caraballo.

El conteo de las actividades que efectuó Breon Peace sobre los Urabeños se remonta a junio de 2003 a diciembre de 2014, cuando se dieron una serie de actos criminales concertados por los líderes.

 Actividades muy similares a las que recopiló la fiscalía de Estados Unidos, que distinguen al Clan, como el cobro de impuestos por kilo de droga a quienes emplearan territorio bajo su dominio para traficar, almacenar o enviar.

ACUSACIÓN DE EE.UU.
El indictment recoge los antecedentes de alias ‘Otoniel’: “pertenecía a la organización paramilitar dedicada al tráfico de cocaína a Estados Unidos conocida como los Urabeños, basada en Urabá, Colombia. La droga pasaba por Centroamérica y México hasta su destino final, Estados Unidos”, se lee.

Además del transporte de droga, las autoridades acusan a la organización de otros delitos como secuestro, homicidio, actos de violencia que empleaban para cobrar deudas de droga, infundir temor y expandir su dominio territorial, promover y mejorar su prestigio, la reputación y posición de la organización.

De esta forma contabilizan que el clan traficó a Estados Unidos al menos 73,645 kilos de cocaína durante el periodo en mención. El promedio descrito es de mil a 2 mil kilos en cada operativo.

Daniel Rendón, alias ‘Don Mario’, y ‘Otoniel’ lideraron los Urabeños. El primero siendo el jefe de ‘Otoniel’.

El conteo de las actividades que efectuó Breon Peace sobre los Urabeños se remonta a junio de 2003 a diciembre de 2014, cuando se dieron una serie de actos criminales concertados por los líderes. De esta forma contabilizan que el clan traficó a Estados Unidos al menos 73,645 kilos de cocaína durante el periodo en mención. El promedio descrito es de mil a 2 mil kilos en cada operativo. Sin embargo, entre enero de 2010 y el mismo mes de 2011, se contaron 12 mil kilos en un solo envío. Por año se detallan de tres a siete cargamentos en distintos meses.

‘DON MARIO’, CULPABLE
Dentro del expediente de ‘Otoniel’, la fiscalía estadounidense ingresó la transcripción de la audiencia celebrada en noviembre de 2021 en la Corte de Nueva York -en la que Peace representó a la fiscalía - y en la que ‘Don Mario’ se declaró culpable de tráfico internacional de droga y liderar las AUC, junto a otras cinco personas (lo más probable es que la fiscalía ligue a ‘Otoniel’ en esta estructura) de los que no proporcionó  nombres.

El indictment de ‘Otoniel’ resulta prácticamente una fotocopia del de ‘Don Mario’, cada palabra y actividad descrita en esa  acusación  se repiten en la de Otoniel.

Rendón fue extraditado a Estados Unidos en 2018 luego de permanecer desde el 2009 en una prisión de Colombia. De 56 años, ‘Don Mario’ contó a la juez que había estudiado hasta segundo grado de primaria, pero terminó la secundaria en la cárcel de Colombia.

Su detención finalmente se produjo el 23 de octubre de 2021, en Antioquia, Colombia, cerca de la frontera colombo-panameña, tras una operación en la que participaron 500 soldados colombianos y 22 helicópteros.

Durante la audiencia, la juez dio oportunidad a Don Mario a explicar por qué admitía la culpa de los delitos imputados.

‘Don Mario’ contó a la juez que había participado en una organización de defensa propia de Colombia (AUC) desde 1991 hasta el año 2006. En ese periodo  admitió haber efectuado actos terroristas como homicidios y otros delitos. Aceptó que era parte de la estructura financiera de las Autodefensas. Bajo su dirección colectó impuestos para mantener el control de la organización para poder transportar la droga de un punto a otro, comprar armas, financiar la logística y dar apoyo a las AUC.

Mientras militó en las AUC admitió que participaron otras personas que estaban anuentes de las actividades que ocurrían. Explicó que quedó al mando de las AUC cuando Vicente Castaño fue asesinado en 2006 y se enraizó en Urabá, de ahí el nombre de los Urabeños o Autodefensas Gaitanistas, el mismo Clan del Golfo.

EJÉRCITO DE HOMBRES
La fiscalía estadounidense describe al Cartel del Golfo como una de las organizaciones criminales más violentas y poderosas de Colombia, uno de los mayores distribuidores de cocaína en el mundo que consta de un ejército de seis mil miembros que ejercen el control militar sobre vastas extensiones del territorio en el Urabá, región de Antioquia, una de las áreas de tráfico de drogas más lucrativas dentro de Colombia es la frontera con Panamá y las costas del Caribe y el Pacífico. Vestidos con uniformes militares, el cartel emplea tácticas militares y porta armas para reforzar su poder e incitar a la guerra y la violencia contra bandas rivales.

La nota de la fiscalía describe a una organización violenta, sin titubeos para eliminar a sus adversarios por las formas más crueles, como enterrarlos vivos después de ser torturados.

En lo relacionado a la fidelidad sus integrantes, era blanco o negro, no perdonaba a los sospechosos que cooperaba con el otro bando o con la ley.

Durante años, ‘Otoniel’, líder del clan, evadió su captura moviéndose constantemente en una red de casas seguras en una zona rural y privándose del uso del celular, en vez, se comunicaba por mensajería. Su detención finalmente se produjo el 23 de octubre de 2021, en Antioquia, Colombia, cerca de la frontera colombo-panameña, tras una operación en la que participaron 500 soldados colombianos y 22 helicópteros.