Defensa de hermanos Martinelli refuta a la fiscalía

Solicita al juez, a pocos días de emitir sentencia, que considere como tiempo servido los 23 meses que Ricardo y Luis Martinelli Linares han estado presos, la fiscalía pide un mínimo de nueve años 


La nota de la defensa de nueve páginas, fechada el 13 de mayo, argumenta que sus clientes no tienen por qué recibir aproximadamente cuatro o cinco veces la pena privativa de libertad cumplida por Marcelo Odebrecht, como aspira la fiscalía. 


A seis días de que el juez Raymond Dearie, del Distrito Este de Nueva York, emita la sentencia en contra de los hermanos Ricardo (Rica) y Luis Martinelli Linares, confesos se haber blanqueado $28 millones de coimas de Odebrecht a favor de un familiar cercano, alto funcionario del gobierno de turno, la defensa remitió una contestación a la petición de la fiscalía que pidió un mínimo de nueve años de prisión.

El juez tendrá que decidir la cantidad de años basado en los argumentos de la fiscalía y la defensa, en la ley y su criterio, que definirá la gravedad de los delitos cometidos por cada uno de los hermanos.

Antes, la fiscalía envió una nota en la que resumió la gravedad de los delitos cometidos por los hermanos. “Debido a la seriedad de la conducta criminal, la falta de compromiso con la fiscalía en buena fe y su huida de Estados Unidos para escapar de sus responsabilidades por sus acciones, una sentencia sustancial se recomienda para proveer justicia y promover el respeto por la ley”, adujo la fiscalía.

En este caso recomendaron una sentencia significativa. “El acusado busca pasar solo una fracción de su sentencia, y al hacerlo, no ofrece un reconocimiento a las serias consecuencias de sus actos criminales”, escribieron los fiscales.

Los abogados Sean Hecker y Justin Horton, del buró Kaplan Hecker & Fink, LLP, alegan que sus clientes han pagado 23 meses de prisión, desde que fueron arrestados en Guatemala, e insisten en comparar el caso al de José Grubisich, expresidente de Braskem, subsidiaria de la constructora, quien fue condenado por un jurado a 30  meses de prisión, a pesar de que mantuvo su inocencia durante el juicio y lideró un esquema de sobornos por 12 años mediante el cual desvió $250 millones.

La fiscalía especificó antes que solicitó 60 meses de prisión para Grubisich, culpable de haber recibido coimas y alterar los informes financieros, penas que estaban programados para ejecutarse en forma simultánea.

La nota de la defensa de nueve páginas, fechada el 13 de mayo, argumenta que sus clientes no tienen por qué recibir aproximadamente cuatro o cinco veces la pena privativa de libertad cumplida por Marcelo Odebrecht, como aspira la fiscalía. Además, la información que otorgaron a la fiscalía fue única para poder repatriar los fondos a Estados Unidos, dice la defensa, y que sin su ayuda, no se hubiera podido lograr esto.

A diferencia de Grubisich, alega la defensa, “los hermanos Martinelli proporcionaron al gobierno prácticamente todas las pruebas necesarias para presentar un caso en su contra. Y a diferencia de Grubisich, Rica y Luis proporcionaron información sobre la ubicación de dineros de Odebrecht para seguir brindando una asistencia única de repatriación de los fondos, que ni Estados Unidos o Panamá podrían haber obtenido de ninguna otra fuente”.

Explican que “Rica y Luis fueron intermediarios entre Odebrecht y el oficial del gobierno de Panamá”, y no entes principales en el esquema, pero la fiscalía los considera más culpables que cualquier cabecilla en el esquema. Para la defensa, el juez debe dictaminar un tiempo servido por el delito que se les acusa.

La defensa manifestó que sus clientes fueron colocados en “segregación administrativa” a su llegada y pasaron día tras día en aislamiento. “La prisión estaba cerrada múltiples veces, lo que provocó largos periodos de confinamiento en sus celdas casi todo el día. La fiscalía rechazó que el confinamiento en solitario fuera un inconveniente temporal y afirmó el 6 de mayo que no ha habido restricciones en el Centro Correccional Metropolitano de Nueva York -donde esperan sentencia- desde febrero.

“Rica y Luis no pueden bañarse desde el lunes 9 de mayo. Han sido liberados de sus celdas sólo una vez en los últimos cuatro días para una visita con su abogado y después fueron devueltos a confinamiento total indefinido”, se quejan los abogados.

En la nota que envió la fiscalía al juez, el pasado 6 de mayo, describió como los hermanos Martinelli, cuando estaban a punto de firmar un acuerdo de colaboración, huyeron de Estados Unidos a las Bahamas, evadiendo la guardia costera y después abordaron un jet privado para viajar a Panamá. Un viaje planeado a todas luces a criterio de la fiscalía.

A esto la defensa alega que no es raro que la fiscalía no logre acuerdos con los acusados. No obstante, “Rica y Luis iniciaron el proceso de repatriación de fondos de Odebrecht mientras estaban en la cárcel de Guatemala y aceptaron su culpa y su oferta fáctica inusualmente detallada antes de que regresaran a Estados Unidos para presentar formalmente declaración de culpabilidad”, se lee en la nota de la defensa.
También responde al argumento de la fiscalía sobre el uso de los dineros que recibieron en coimas los hermanos Martinelli. Al respecto, el buró de abogados aclara que “la inversión se realizó con fondos mal habidos del funcionario del gobierno de Panamá por instrucción de él y para su propio beneficio”.

La defensa dijo sentirse “desconcertada” por las afirmaciones de la fiscalía en el sentido de que los Martinelli “estuvieron recluidos en (Guatemala) un apartamento en un lugar del centro penitenciario tradicional decorado por un diseñador profesional que previamente había decorado el departamento de Miami”. No es así, alegaron los abogados. “Rica y Luis estuvieron detenidos en la cárcel militar Mariscal Zavala por orden de un tribunal guatemalteco. Es uno de los centros de detención preventiva que contiene un recinto interior para reclusión de aquellas personas privadas de libertad cuya vida o seguridad puede verse en riesgo”, defienden.

La defensa cuestiona a la fiscalía por solicitar una sentencia para Rica y Luis de diez años de prisión, pero no la acompañan de una referencia a un solo caso anterior comparable. “No existen tales. El gobierno pide al tribunal imponer una sentencia más severa relacionada a cohecho internacional en la historia del Segundo Circuito, y una de las cinco más extensas en la historia de Estados Unidos”, arguye el equipo de abogados.  

Concluyen que “Rica y Luis llegaron a la puerta del gobierno de Estados Unidos, proporcionaron información necesaria para condenarlos por el delito del que se declararon culpables”. Añade que  ya comenzaron los trabajos de repatriación de dineros de Odebrecht que, de no ser por los hermanos, estaría fuera del alcance de los gobiernos de Estados Unidos y Panamá. 

No hay comentarios

Publicar un comentario