Es la feria comercial más importante del mundo y Corea quiere ser anfitrión en 2030. Con el lema: “transformando nuestro mundo, navegando al futuro”, debe vencer antes a Italia y Arabia Saudita.
DE LA POBREZA AL DESARROLLO
La ciudad de Busan en Corea del Sur, afila la estrategia para ganarse la sede de la Expo Mundial 2030, uno de los eventos más importantes del mundo en la rama comercial que en 2025 se efectuará en la ciudad de Osaka, Japón. Ser sede de un evento de esta naturaleza, equivale, por ejemplo, a ser el anfitrión de la Copa del Mundo de Fútbol o los Juegos Olímpicos. En este caso se prevé que el impacto económico supere los $53 mil millones de dólares, lo que lo convierte prácticamente en una obsesión para los países competidores, Corea, Italia (Roma) y Arabia Saudita (Riyad), que en noviembre de 2023 conocerán la votación secreta de 170 países miembros del Buró Internacional de Expositores (BIE).
El embajador de Corea, Jeong, Jinkyu, confía en que la historia de su país, de haber sido uno de los más pobres del mundo a pasar a la novena economía más dinámica, le brindará las herramientas que requiere en todo sentido, para competir. “Marca un punto histórico para la humanidad y la dirección que debería tomar el mundo en el futuro y cómo enfrentar los principales desafíos”, afirmó el embajador coreano en una entrevista a La Estrella de Panamá.
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