Desde que Panamá inició relaciones con China en 2017, varias empresas asiáticas se hicieron de millonarias obras de infraestructura en la boca del Canal, lo que Estados Unidos interpreta como una intención de ese país por controlar la vía interoceánica
No es la primera vez que Daniel Runde, ejecutivo senior del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales escribe sobre el Canal de Panamá. Lo hizo en 2011 cuando analizó el impacto de la expansión de la vía. En 2017 describió el intercambio de mensajes entre el presidente Donald Trump y el panameño Juan Carlos Varela cuando el primero se enorgulleció de la autoría de construcción de la vía, su relevancia en la actualidad y su papel protagónico en la logística del comercio mundial. Recientemente la cadena Fox News entrevistó a Runde y el reporte generó titulares en medios locales.
En esta ocasión destaca la forma en que Estados Unidos encaja a China en el contexto de la geopolítica contemporánea, su poder comercial en Panamá, especialmente en las riberas del Canal. Para el Pentágono, la influencia china en el Canal de Panamá se observa como un “asunto urgente en materia de seguridad nacional”.
El tema urgente se enmarca en la penetración comercial de China en el istmo a partir de 2017, cuando el gobierno de Varela inició relaciones diplomáticas con China y cortó con Taiwán. Para los norteamericanos, el hecho de que Panamá nunca les comunicó que pretendía abrir las puertas a su mayor competidor comercial, fue percibido como una traición de un socio histórico. Para China, fue la abertura de cientos de millones de dólares en contratos de obras de infraestructura adjudicados a empresas chinas en la orilla del Canal, además de la firma de una veintena de acuerdos en diferentes ámbitos (2018) con la visita histórica a Panamá entre el presidente del gigante asiático, Xi Jinping y Varela.
La nota de Fox News se publica cuando las relaciones entre China y Estados Unidos, además de estar enfrentadas comercialmente, se tornan más álgidas a raíz de la visita a Taiwán (2 de agosto) de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi con el afán de honrar el compromiso inquebrantable que une a Estados Unidos con la democracia de la isla. Un gesto que China condenó y advirtió que adoptará las medidas necesarias para salvaguardar la soberanía de la isla a la que considera parte de su territorio, que defiende bajo el principio de una sola China.
Fox News también destacó las declaraciones de la comandante del Comando Sur, Laura J. Richardson, quien criticó que la operación de los puertos en el Atlántico y Pacífico se encuentran bajo control de Hutchinson Ports, como en efecto ocurre desde la década de los 90. Entonces la situación no parecía una amenaza porque Hong Kong, de donde es originaria la empresa, formaba parte de las colonias británicas y no consideraban un asunto intimidante para sus intereses. Pero, luego de que China declarara su autonomía sobre Hong Kong en 2020, “tener dos puertos principales administrados por un holding con sede en Hong Kong es una preocupación de seguridad mayor hoy que hace dos décadas”, analiza el ejecutivo del Centro de Estudios .
“Parecen compañías civiles pero pueden ser usadas para un propósito dual, es decir militar”, reprodujo Fox News las palabras de la comandante. En junio, la jefa del Comando Sur visitó Panamá y conversó con el mandatario Laurentino Cortizo y el ministro de Seguridad, Juan Manuel Pino.
Un vocero de la Cancillería indicó a La Estrella de Panamá han estado revisando toda la situación generada por una declaración atribuida a una funcionaria estadounidense. “En nuestro trabajo de análisis, hasta el momento no hemos encontrado una declaración oficial, tanto de Estados Unidos o de China, que amerite un pronunciamiento de Panamá”, indicó a este diario. En general, añadió, “nos encantó conocerla y atenderla hace poco, seguiremos monitoreando la situación”.
Lo anterior en respuesta a si la preocupación de la comandante del Comando Sur había sido exteriorizada frente Cortizo o algún miembro del gabinete, o si existen indicios de que en los puertos en referencia haya algún cambio en la infraestructura a lo militar.
De pronto, “ahora aluden a algo harto conocido con objetivo de llamar la atención sobre una realidad de mayor espectro, pues es una realidad en toda Latinoamerica”, la influencia de China que expande la ruta de seda en el continente, dijo a este rotativo el profesor de relaciones internacionales de la Universidad de Panamá, Euclides Tapia.
Runde invitó a Estados Unidos a prestar más atención a la influencia de China sobre Panamá: “Tuvimos un conflicto con Taiwán que ha escalado y si hay una área en la que China estaría interesado en crear conflicto será el Canal de Panamá”, dijo al noticiero estadounidense.
Las declaraciones que emitió Runde a Fox News, de corte Republicano, hacen eco de uno de sus artículos publicado en mayo de 2021, en el que responde a preguntas clave sobre el futuro de la vía interoceánica tras su expansión y la amenaza comercial que representa China para Estados Unidos por su presencia creciente en el Canal y sus alrededores.
Según Runde, “debido al crecimiento de las actividades del Canal de la empresa estatal China Overseas Shipping (Cosco), así como de los grupos de inversión y las empresas de construcción aliadas de China, Hutchinson Ports PPC podría ser vulnerable a la influencia de otras empresas con sede en China en los próximos años”.
Situación que se acentúa desde 2017 “abriendo aún más la puerta a la expansión de la huella de China en la infraestructura crítica del Canal y sentando las bases para la alineación con la Iniciativa de la Franja y la Ruta”, analiza Runde en el referido artículo titulado ‘Punto de decisión clave para el Canal de Panamá’.
En el mismo escrito hace alusión al Tratado de Neutralidad suscrito entre Estados Unidos y Panamá justificando cualquier acción en caso de una amenaza: “Estados Unidos se reservó el derecho a ejercer la fuerza militar en defensa del Canal de Panamá contra cualquier amenaza a su neutralidad”. Y fue más allá: “Cualquier amenaza china interpretada a la neutralidad del Canal podría activar las fuerzas estadounidenses a través de este tratado, lo que significa que las intervenciones chinas actuales y futuras deben calcularse teniendo en cuenta esta posible respuesta”.
A pesar de la importancia comercial del asiático en Panamá, China aún no ha logrado establecer un terreno para su embajada. Varela había ubicado un lote en las riberas del Canal, en Amador, las áreas revertidas que en su momento ocuparon los norteamericanos antes de la reversión del Canal a manos panameñas, pero “la presión interna estadounidense puso fin a los planes de China de construir una gran embajada en la boca del Canal”, describió Runde en el artículo.
RUTA Y FRANJA
Las empresas chinas han penetrado el sector comercial de infraestructura del istmo. En 2018 Panamá fue el primer país latinoamericano que endosó la iniciativa china de la Franja y la Ruta; en ese año el consorcio China Harbour Engineering Company y China Comunications Construction Company se hizo de un contrato de $1,400 millones para construir el cuarto puente sobre el Canal; la Zona Libre de Colón se nutre principalmente de productos chinos. Construction Americas terminó el Centro de Convenciones de Amador a lo largo del lado Pacífico del Canal, un proyecto contratado por el gobierno de Varela y financiado con préstamos chinos. China también ha invertido en instalaciones relacionadas con la energía a lo largo del Canal.
Todos estos proyectos los menciona Runde como parte del dominio comercial chino en Panamá, al igual que la renovación (enero de 2022) de la concesión a Hutchinson Ports PPC por 20 años más prorrogables. Un hecho que para el vicepresidente del Centro de Estudios Estratégicos, “podría dar forma a los actores geopolíticos del Canal en los próximos años”.
A pesar de la importancia comercial del asiático en Panamá, China aún no ha logrado establecer un terreno para su embajada. Varela había ubicado un lote en las riberas del Canal, en Amador, las áreas revertidas que en su momento ocuparon los norteamericanos antes de la reversión del Canal a manos panameñas, pero “la presión interna estadounidense puso fin a los planes de China de construir una gran embajada en la boca del Canal”, describió Runde en el artículo. No solo ha sido ese proyecto el que se ha frustrado, añade, numerosos otros han sido cancelados o reducidos durante la administración de Laurentino Coritozo, lo que interpreta como un “deseo de mantener las relaciones abiertas con los estadounidenses” y una “oportunidad para que Estados Unidos tome la delantera en la competencia geopolítica que rodea al Canal de Panamá”.
Para recuperar el terreno avanzado por sus competidores, Runde prevé que Estados Unidos necesitará diseñar un enfoque único para reforzar su presencia en Panamá y particularmente alrededor del Canal. Propone trabajar con la Autoridad del Canal de Panamá para contrarrestar la corrupción en la adjudicación de contratos públicos relacionados con proyectos de infraestructura del Canal, apoyar a Panamá en cuestiones de seguridad contra el tráfico de drogas, “con el beneficio adicional de rivalizar con China no solo en el Canal, sino en la región en general”, zanja el también director del proyecto sobre Prosperidad y Desarrollo.
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