De los $100 millones aprobados para la Autoridad de Turismo que corresponden al Programa de Desarrollo Urbano Integral de Ciudades con Vocación Turística de la que forman parte seis destinos y el centro histórico capitalino, solo se ha ejecutado un 2.5%. El crédito tiene como propósito potenciar y subsanar las falencias de los puntos turísticos, pero el ritmo preocupa a los hoteleros
La demorada o lenta ejecución del préstamo otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a la Autoridad Panameña de Turismo (ATP) tiene incómodos a los miembros del sector. De los $100 millones gestionados en 2018, que equivalen la totalidad del préstamo para incentivar el Desarrollo Urbano Integral de Ciudades con Vocación Turística, se ha ejecutado solo el 2.5% según los datos de la ATP.
La idea de este crédito radica en potenciar los puntos turísticos de Bocas Del Toro, Boquete, Tierras Altas (Chiriquí), Pedasí, Santa Catalina Taboga, Portobelo y la riviera del pacífico. Para ello, el banco requiere varios estudios o diagnósticos, que se traducen en consultorías, que identifiquen las falencias que hay en cada destino y las obras que puedan subsanar las carencias para contribuir al desarrollo turístico. Por ejemplo, entre los proyectos se enumeran desde mejorar la infraestructura sanitaria, disponibilidad de agua potable, manejo de desechos sólidos, señalización y seguridad al turista, mejora vial o capacitación del personal vinculado a ciertos proyectos.
A pesar del buen pronóstico que podría representar impulsar estos sitios, este año se asignó un presupuesto original de $5.1 millones como parte del préstamo que luego de su modificación quedó en $5.4. De esta plata, la ATP solicitó $3.6 millones para los proyectos, pero hasta el mes de junio (2022) había ejecutado $510 mil, lo que representa un 9.34% del monto modificado, como se lee en el informe de transparencia publicado en la página de la entidad.
En 2021 ocurrió algo similar. De cinco millones de dólares asignados, el presupuesto modificado quedó en $2,1 millones y la ATP ejecutó $519 mil.
En 2020 se efectuó una licitación de servicios de consultoría para elaborar un Plan de Ordenamiento Territorial y Estudios de Escenarios de Cambio Climático de Pedasí, Bocas del Toro, Boquete, Tierras Altas, Soná y Taboga que se adjudicó al consorcio mexicano conformado por la empresas Idom, S.A y Grupo Suma por 2,347,200.
La Estrella de Panamá consultó a la ATP para conocer el avance de los proyectos descritos arriba y las razones por las que el préstamo se ejecuta a ese ritmo. Enviado un cuestionario de cuatro preguntas que prometieron responder a este medio, pero luego de dos días y hasta el cierre de esta edición no se recibió la información.
Una fuente vinculada al sector indicó que “hay algunos proyectos en ejecución, pero muchos otros esperan refrendo de la Contraloría”.
“La demora nos está perjudicando mucho, pues si se trata de un préstamo para el desarrollo y capacitar a las personas, el no ejecutarlo es un recurso desperdiciado”, se lamentó Maru Galvez, directiva de Apatel.
Un cronograma a corto, mediano y largo plazo elaborado por la Asociación Panameña de Hoteles, detalla que para el 2022 se programaron 14 proyectos y/o consultorías, que van desde la contratación de una firma para estudios de residuos sólidos de Bocas del Toro, hasta abastecimiento de agua, o la movilidad turística sustentable en Boquete.
Según datos proporcionados por Apatel, la pandemia ocasionó el cierre de 84 hoteles y cerró el año pasado con un 25% de ocupación hotelera, siendo el turismo una de las actividades a las que el gobierno debería apostar para reactivar el empleo y la economía.
Hasta junio la ocupación hotelera registraba entre un 50% a 60% en la ciudad de Panamá según cifras de Apatel (tomando en cuenta que aún el 20% de la oferta no ha abierto), no obstante, debido a los recientes cierres y protestas ocasionaron cancelaciones en un 50%.
El sector turístico tiene claro su potencial, cuenta con atractivos similares a sus competidores, como Costa Rica, Colombia o República Dominicana. Lo que falta es “el producto'', es decir, qué se hace en el destino. "El préstamo tenía ese propósito, pero su ejecución es muy lenta”, añadió Gálvez.
El programa del préstamo del BID, diseñado para garantizar su efectividad, se desglosa de la siguiente manera: en consultorías a firmas se pretende invertir $19,8 millones (23%), en consultorías individuales $3,5 millones (4%), en obras totaliza $54.6 millones (64%), mientras que a capacitación se destinaron $390 mil. Estas actividades se desarrollan a corto (44%), mediano (17%) y largo plazo (39%).
Actualmente en proceso de licitación existen 7 proyectos que suman aproximadamente $3,1 millones, mientras que en proceso de adjudicación hay 3 proyectos con un valor de $5.3 millones. Según datos proporcionados por Apatel, en ejecución hay cinco programas que ascienden a un monto de $2.3 millones y en términos de referencia o en la fase de preparación de las especificaciones enumeran 10 proyectos que totalizan $8.9 millones.
El objetivo del préstamo del BID es contribuir al desarrollo urbano y socioeconómico de las Ciudades Pequeñas e Intermedias con Vocación Turística en los siguientes ejes: acceso y calidad de sus servicios e infraestructuras urbanas; incrementar el desarrollo turístico con carácter inclusivo mejorando su equipamiento y gestión turística, y la cohesión social; y fortalecer a la ATP en la planificación, gestión y promoción de ciudades turísticas.
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