Los grupos criminales diversifican sus operaciones, no solo se trata de tráfico de drogas, como se etiqueta al Clan del Golfo, autoridades colombianas aseguran que esta organización tiene el control de la migración irregular hacia la selva panameña. Cada persona paga entre $200 y $400, lo que se traduce en millones para organizaciones delictivas
La migración irregular que arriba al Darién, después de caminar por más de una semana por la densa selva panameña, se ha incrementado a dos mil personas diarias y contando. Las autoridades revelaron que hasta este martes 5 de octubre se tenía registro de 158,609 migrantes. De ellos, casi 113 mil son venezolanos y no prevén una disminución, muy por el contrario. Igor Pittí, viceministro de Seguridad dijo que están esperando un aumento de migrantes de dicha nacionalidad luego de la apertura de la frontera colombo-venezolana que se mantenía cerrada hasta hace unos meses.
“Han llegado más de mil venezolanos en un día”, manifestó con cierta preocupación el viceministro de seguridad por el sorprendente aumento.
Los coyotes “preparan paquetes” y cobran entre $200 a $500 por persona, sin distingo de nacionalidad, para pasarlos desde Colombia a la selva panameña donde en muchas ocasiones los abandonan. Muchas veces estos coyotes son quienes roban a los migrantes durante el recorrido.
La pregunta es quién o qué grupo se está beneficiando de las millonarias cifras que cobran por el tráfico de personas o la trata.
Si de enero a principios de octubre arribaron a Panamá más de 158 mil migrantes y lo hicieron bajo el control del crimen organizado, puede representar un ingreso de más de $35 millones para el crimen organizado repartido entre coyotes y agrupaciones delincuenciales.
En 2020 las autoridades colombianas detectaron el control del Clan del Golfo en el tráfico de migrantes por Urabá. Informes recientes de medios de ese país detallan la ruta que emplea el crimen organizado para traficar a los migrantes: sale de Necoclí desde donde los transportan en lanchas hasta Acandí, por este trayecto cobran en promedio $50. Luego los mandan a La Teca por tierra y finalmente caminan dos días hasta llegar a Panamá. Por todo el trayecto les cobran entre $200 y $400 solo en territorio colombiano. Al que no pueda pagar lo obligan a llevar entre dos o tres kilos de cocaína hasta Panamá.
Por la selva darienita hay otros coyotes que emplean varias trochas peligrosas que toman más de una semana para llegar a las poblaciones donde tiene presencia el estado panameño en Bajo Chiquito y Canan Membrillo, ubicadas en Darién.
El único país de la región que tiene datos precisos de quienes pasan por su frontera es Panamá. Las autoridades tienen cifras cuantitativas y cualitativas y practican pruebas biométricas a los migrantes, a diferencia de los países de la región.
Hace unos meses el entrante presidente Colombiano, Gustavo Petro, sostuvo una conversación telefónica con su homólogo panameño, Laurentino Cortizo, para intentar mejorar la información que proporciona Colombia en relación a los migrantes que salen a Panamá. Pero la mejora se centra en cifras aproximadas e información en investigaciones puntuales que hacen las autoridades panameñas en conjunto con sus homólogos.
“Nosotros queremos impulsar, a través de la Conferencia Regional sobre Migración que Panamá recibirá la presidencia pro tempore el próximo año, una homologación de la información en todo el continente”, expresó Pittí. La propuesta es contar con un Observatorio de la Migración Irregular en el que cada país debe tener la responsabilidad de manejar los números con precisión y compartirlos en una plataforma en la que se pueda ver cómo se está manejando la migración para contar con una trazabilidad y flujo ordenado.
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