Un problema que persiste por falta de voluntad política y que sufren los pacientes ante la ineficiencia y duplicidad del sistema
César Tribaldos señaló la necesidad de implementar el Libro Blanco, una guía elaborada por la Comisión de alto nivel para el fortalecimiento de la salud producto de un gran análisis de la situación en el país y al que se comprometieron atender los candidatos a la presidencia en las elecciones de 2019.
Por 49 años, es decir casi la mitad del tiempo de vida de la República de Panamá, los distintos gobiernos se han planteado mejorar el sistema de atención y promoción de salud a la población. Para ello, uno de los pasos fundamentales es otorgar roles definidos al Ministerio de Salud (Minsa) y a la Caja de Seguro Social (CSS). En la actualidad ambos se dedican a ambas tareas, promoción de la salud y atención, lo que ha ocasionado una duplicidad de funciones, falta de comunicación entre ambas instituciones y una atención deficiente.
Abadía es de la escuela que propone elevar el monto de las cuotas, la edad de jubilación y el número de cotizantes al IVM para sostener el programa a futuro.
Pareciera absurdo, pero en este lapso de tiempo, distintas administraciones gubernamentales se han planteado la idea de fusionar ambas instituciones o definir las funciones de cada entidad, pero no lo han concretado.
La razón, según el doctor Carlos Abadía, también exdirector de la CSS, es la falta de voluntad política. Y tal vez algo más. Los presupuestos que reciben ambas instituciones son jugosos, renunciar a esto para definir funciones implica una reingeniería de funciones y asignación de presupuesto a las que cuesta renunciar.
La falta de acción en el tema genera consecuencias que sufren los pacientes, por ejemplo, al no encontrar citas y acudir a los cuartos de urgencia que viven saturados permanentemente.
Esta conclusión formó parte de los aportes analizados este martes en el Foro de Seguimiento al Compromiso adquirido de monitorear los pilares presentados en Agenda País 2019 – 2024, de la situación del Sistema de Salud en la Cámara de Comercio.
Con respecto al rescate del déficit del programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja de Seguro Social, encargado de las pensiones de jubilados, Abadía prefiere pasar a la acción y olvidarse de los eternos diálogos. “Realmente el sistema de pensiones es deficitario porque queremos mantener las mismas condiciones, eso no lo podemos hacer”. Hoy el hombre vive 21 años más y la mujer 28, pero lo que aportan no es suficiente, se consumen en diez años. Abadía es de la escuela que propone elevar el monto de las cuotas, la edad de jubilación y el número de cotizantes al IVM para sostener el programa a futuro.
Por su parte, el doctor Julio Osorio, secretario de Comenenal y médico especialista de la CSS, señaló la necesidad de implementar el Libro Blanco, una guía elaborada por la Comisión de alto nivel para el fortalecimiento de la salud producto de un gran análisis de la situación en el país y al que se comprometieron atender los candidatos a la presidencia en las elecciones de 2019. No obstante, una vez más, los aportes han quedado en papel y no en la práctica.
Osorio explicó que uno de los problemas más arraigados en el sistema de salud es la falta de universalización de atención de salud que viene aparejada con la inequidad económica de Panamá, el sexto a nivel mundial. En este renglón añadió que el 19% de la población vive en pobreza y un 11% en pobreza extrema. Además, el 6% de los ciudadanos no tienen acceso a servicios de salud.
Esto se supera, dijo, “priorizando las 25 recomendaciones que surgieron durante el ejercicio del Pacto del Bicentenario“, en el que se expusieron las principales falencias del sistema de salud desde la óptica ciudadana.
Osorio indicó que existen 18 líneas estratégicas para la transformación del sistema que deben obedecer a una hoja de ruta y un plan operativo. En los últimos meses, reconoció, se han publicado tres Decretos Ejecutivos en esta dirección, no obstante, uno de los puntos básicos dirigidos a esta estrategia es lograr la cobertura universal, insistió, el otro es ofrecer atención primaria y prevención de enfermedades. Esta última conforma la columna vertebral para descongestionar el sistema y educar a la población para adoptar medidas preventivas.
Tribaldos indicó que existen 18 líneas estratégicas para la transformación del sistema que deben obedecer a una hoja de ruta y un plan operativo.
La injerencia la política se evidencia, por ejemplo, cuando se compara la relación de médicos y administrativos que hay. En Panamá es de 5 administrativos por cada médico, lo que da pie al nombramiento de personal por amiguismo, no por meritocracia, indicó César Tribaldos, coordinador de este pilar del sistema de salud y exdirectivo de la Junta Directiva de la CSS.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el panameño invierte en salud privado 30.5% de sus ingresos y en seguro privado de salud el 6.8% (equivalente al 37.3%, mientras que el
El Estado asume el 62.7% del gasto total nacional. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en 2015, la red conjunta de servicios está constituida por 912 establecimientos, 836 pertenecientes al MINSA y 76 a la CSS.
Entre las conclusiones del foro se planteó la necesidad de superar la segmentación del sistema, conformar una red integrada de servicios de salud, articulada por niveles de atención y grados de complejidad, con asignación de recursos. Aunado a esto, corregir las deficiencias en la infraestructura, equipos, insumos, medicamentos y recurso humano, así como migrar a un sistema digital de salud para provocar la comunicación entre ambas instituciones.
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