El coronel Abdiel Solís, director general de los Bomberos, necesita más plata para funcionamiento, asegura que no es para contratar “botellas”
El coronel Abdiel Solis, director General del Benemérito Cuerpo de Bomberos busca cambiar la relación en un 70% para el fideicomiso y 30% para gastos operativos.
El Benemérito Cuerpo de Bomberos presentó un proyecto de ley en la Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional mediante el cual pretende modificar la ley 12 de 2012 que regula la actividad de seguros y otras disposiciones.
El objetivo consiste en modificar los porcentajes que destina la institución al renglón de funcionamiento e inversión, plasmados en la ley.
Actualmente la ley, que se aprobó en 2010, estipula que, las aseguradoras pagan al Tesoro Nacional un impuesto del 2% sobre las primas de las pólizas que se emiten en el país. De igual forma, de las pólizas contra incendios pagan un impuesto del 5% al Tesoro Nacional.
De la suma de ambos porcentajes, que consiste en la suma de las dos terceras partes del 2% y del 5%, actualmente se destina un 80% al fideicomiso de inversión y el 20% restante se inyecta a gastos de funcionamiento. El coronel Abdiel Solis, director General del Benemérito Cuerpo de Bomberos busca cambiar la relación en un 70% para el fideicomiso y 30% para gastos operativos. Es decir, para la compra de insumos, modificación de cuarteles, piezas mecánicas para carros, el día a día de los bomberos y ascensos salariales.
El 15 de diciembre Solís tiene programada una reunión con el Patronato de la entidad que preside el ministro de Gobierno, y de aprobarse en la Asamblea el cambio, será definitivo en la ley.
Ante la preocupación de que ese aumento se destine a la contratación de “botellas”, Solís “asegura – y lo subraya – que no ocurrirá. “No vamos a nombrar gente por nombrar, la famosa botella, no. Yo le estoy garantizando que esto es por el bienestar de la institución”, señaló.
Enseguida añade: “Nosotros nos vamos a basar en parámetros de nombramiento. Nosotros no tenemos que ver con épocas electorales, sino con mejorar la institución y ese es el propósito de mejorar la operatividad de la institución”, cuando señalamos la coincidencia de la iniciativa en un año preelectoral.
Justificó la necesidad de incrementar el personal a nivel nacional, no sólo en la parte operativa, sino también administrativa.
De acuerdo con el cálculo de Solís, una estación de bomberos requiere ocho bomberos por turno, es decir, necesita 24 unidades por estación. “Ahora mismo no tengo 24, tengo aproximadamente entre 15 y 20 y hay que aumentar el pie de fuerza y el personal administrativo, que deben ser cinco por cuartel, aproximadamente”.
“Además de eso, a nivel nacional necesitamos nombramientos de más personal de mantenimiento”, agrega.
El 15 de diciembre Solís tiene programada una reunión con el Patronato de la entidad que preside el ministro de Gobierno, y de aprobarse en la Asamblea el cambio, será definitivo en la ley. “Los gastos de la institución han ido cambiando”, reitera el coronel con más de 40 años de carrera en la institución.
El apoyo a la parte operativa de los Bomberos se constituye en tres direcciones: la atención prehospitalaria, la extensión de búsqueda y rescate, y la oficina de investigación de incendios.
El coronel ha sostenido varias reuniones con la Superintendencia de Seguros y Reaseguros para comunicarles sobre la intención. En el camino, explica, se acercaron unos diputados y les solicitaron que cuando arribe el proyecto a la Asamblea “nos ayuden a que avance”, recapitula. Los diputados proponentes del proyecto son los perredistas, Benicio Robinson presidente de la comisión en cuestión y su colega, Rupilio Abrego.
INVERSIÓN Y PRESUPUESTO
El fondo de inversión recibe anualmente, producto de los ingresos de la Superintendencia y del 5% de la venta de pólizas contra incendios, entre ocho y nueve millones de dólares. Varía según el mercado. Por ejemplo, Solís tenía a mano los informes del mes de julio pasado que totalizaron $549,900 mil. De ese monto dividen la parte de funcionamiento y al fideicomiso alojado en la Caja de Ahorro con un saldo de $135 millones.
Pero se queja del trámite burocrático que toma llegar a la institución. Primero la Superintendencia de Bancos reporta los montos a la Dirección de Ingresos y luego el MEF lo traslada a los bomberos.
Para maximizar el rendimiento del fideicomiso, Solís explora otras alternativas con el banco para poder ampliar el círculo de inversiones. “Se trata de explorar lo que puede ofrecer la banca estatal para mejorar el rendimiento de los $135 millones”, dice
El presupuesto de los bomberos para el 2022 se pactó en $83 millones, pero sólo ha ejecutado la mitad, y es posible que así se mantenga hasta fin de año.
Para ejecutar el presupuesto se presentan muchos “nudos”, explica. Un camión de bomberos, para poder adjudicarse sin pleitos entre los proveedores toma 45 días. A partir de ese momento las empresas cuentan con 300 a 400 días para hacer la entrega, porque dependen de la producción de las fábricas. Algunos proveedores solicitan adendas. Ahí empieza el tira y jala entre ambas partes ante la posibilidad de cancelar el contrato por falta de cumplimiento. Solís quiere que le autoricen hacer compras directas por montos más bajos para poder ejecutar el presupuesto. “Quizás no vamos a subir este año más del 50% de ejecución, pero en los primeros meses del próximo año se verá un incremento en nuestra ejecución”, justifica Solís.
DISTRIBUCIÓN DE INGRESOS
Del 2% que deben pagar las compañías de seguros, tres cuartas partes se transfieren al patrimonio fiduciario de los bomberos y una cuarta parte se destina la Superintendencia de Seguros y Reaseguros de Panamá que también usa los fondos para sufragar su mantenimiento.
Ahora bien, la suma del 75% proveniente del 2%, más la totalidad del 5% proponen que se distribuya de la siguiente forma: 70% para el fideicomiso y 30% para gastos de funcionamiento. En este último porcentaje consiste la modificación, en utilizar el 30% y no el 25% como antes, en funcionamiento y no en ahorros.
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