En la última revisión Cites que se hizo a la anotación, que no es más que lo que define qué partes de la especie están reguladas y cuáles no, se excluyeron las partes de instrumentos musicales y los accesorios acabados.
En China existen cientos de fábricas de instrumentos musicales. De esta industria depende el sustento de miles de familias que se sumaron hace unos años al incentivo del gobierno para reactivar la economía. En Internet se publican docenas de artículos, como violines con piezas de cocobolo, cuyo precio puede superar los mil 400 dólares.
A pesar de la alta demanda de materia prima que incide en la tala ilegal de la especie, en la revisión de Cites (2018) se excluyó su uso en la fabricación de partes de instrumentos acabados.
La razón, que motivó un intenso debate entre las partes, se basó en la forma de aplicar las regulaciones de Cites en estos productos, lo que generaba gran retraso en el comercio sin apuntar a lo más importante: el tráfico del comercio, las tucas.
La entrada de Cocobolo a ese país puede destinarse para múltiples propósitos. A pesar de que para los instrumentos musicales se aplica la exclusión de cocobolo, por tratarse de piezas, no exime que la entrada de esta madera puede emplearse para otros fines, propiciando la tala ilegal.
“No se sabe qué pasa en China con la madera” cuando entra a ese país, admitió César Belteton, representante para Centroamérica, Sudamérica y el Caribe ante el Comité de Flora de la Cites, como uno de los factores que puede propiciar la actividad clandestina.
En la última revisión Cites que se hizo a la anotación, que no es más que lo que define qué partes de la especie están reguladas y cuáles no, se excluyeron las partes de instrumentos musicales y los accesorios acabados.
En esa cita hubo una discusión “muy fuerte” -como la describió Belteton- en la que participaron los fabricantes, a favor y en contra, de exceptuar la norma para estos instrumentos musicales.
Al extremo, añade Belteton, que “llegaron a un consenso de que los instrumentos no eran el factor preponderante del tráfico en general y que generaba muchas complicaciones al identificar la madera ilegal”. Por eso se exceptúan.
Para que un cargamento de Cocobolo llene los requisitos que exigen las normas internacionales, Panamá debe establecer medidas que aseguren la extracción legal de madera del bosque para que cumpla con el criterio de sostenibilidad, lo que se conoce como “Dictamen de Extracción no Perjudicial”.
Aunque Panamá prohibió la tala de cocobolo en 2014, el comercio está regulado. Para cumplir los requisitos, el país debe emitir un certificado Cites de exportación con el que garantiza su legalidad, que el producto es sostenible y que puede ser comercializado sin problema. Es el mecanismo más sencillo para diferenciar una mercancía legal de una ilegal.
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