La conexión en Panamá de los “señores de la droga”

 El decomiso en España de 628 kilos de droga dentro de un contenedor fue el hilo para dar con un panameño radicado en Dubai responsable de la introducción de la droga a Europa y que mantenía contacto con el resto de barones de la droga 



 
El nombre de Anthony Alfredo Martinez aparece en el Registro Público como directivo de varias sociedades anónimas.

La Guardia Civil española y la Europol desarticularon este lunes  un “super cartel” de drogas que controlaba un tercio del tráfico de la cocaína que ingresaba al viejo continente.

De acuerdo con las investigaciones de la Guardia Civil española, el proveedor de la droga era un panameño afincado en Dubai que las autoridades catalogan como uno de los seis ‘señores de la droga’ que, controlaban y dirigían las actividades criminales de las distintas células, bajo la convicción de estar en un santuario donde se sentían intocables y que a su vez les permitía mantener un alto nivel de vida.

Medios internacionales identifican al panameño presuntamente con el nombre de Anthony Alfredo Martínez Meza, el responsable de la introducción de la droga en el Puerto de Manzanillo (Panamá) y que igualmente mantenía contactos con el resto de barones en el emirato.

A pesar de que Martínez, según las autoridades europeas, era la conexión para suplir de droga para los europeos y que un porcentaje importante de la droga contenerizada que se trafica desde Panamá tiene como destino Arabia Saudita, este hombre parecía estar fuera del radar de las autoridades panameñas. La inteligencia parece centrarse en las pandillas o estructuras locales como aparatos logísticos  para recibir la mercancía de Colombia y su posterior exportación.    

El nombre de Anthony Alfredo Martinez aparece en el Registro Público como directivo de varias sociedades anónimas. Una es Machina Supply International, Inc, creada en 2009 . También es directivo en JPM, Int, S.A. (2014) y en la sociedad Francisco Martínez, S.A.(2000) todas afincadas en la provincia de Colón y en las que el nombrado ostenta varios cargos directivos. En algunas comparte directiva con otras personas que a su vez tienen inversiones en el sector atlántico del país.

La última sociedad posee una finca de nueve mil metros en la provincia de Coclé, sin salida al mar. Aparentemente se trata de  una tierra que adquirió la sociedad por mil dólares en 2012 a través de un acreedor hipotecario. Todas las compañías mencionadas se encuentran al corriente en el pago de impuestos.

DESTINO, PUNTOS DE COINCIDENCIA

El 13% de la droga que sale de los puertos panameños tiene como destino Arabia Saudita, según confirmó a La Estrella de Panamá una fuente de inteligencia del Servicio Nacional Aeronaval (Senan).  

El agente aseguró a este medio  que el 95% droga que arriba a Colón, originaria  de Colombia, sale por los puertos y tiene como destino principal Bélgica un 25%, Rotterdam, Holanda 19%, Italia 13%, y Barcelona 6%, además de Arabia Saudita.  Esta droga sale por los puertos del Pacífico y del Atlántico panameño.

En estos mismos países la Guardia Civil española, en el marco de la operación policial internacional ‘Desert Light’, coordinada por Europol y en la que también participaron agencias policiales de Países Bajos, Francia, Bélgica y Dubai consiguieron desarticular a la super red de narcotráfico y aprehendieron a 49 personas, entre los que se encuentran los seis señores de la droga, objetivos de alto valor asentados en Dubai. 

Medios internacionales identifican a el bosnio Edin Gacanin, Zouhair Blekahir, Hoesny Ajaray y Rabhioui Bourfa, los tres últimos de ascendencia magrebí, y el birtánico Ryan James Hale como los capos de esta organización que estableció su base en estos países, coincidiendo con la localización de los puertos europeos más importantes, la boca de entrada de la droga a Europa, y los destinos de la droga que sale de Panamá.

Una operación fue clave para dar con Panamá.  Faukas, bajo el brazo de la Guardia Civil de España a principios de noviembre, que tuvo actuaciones simultáneas en Málaga, Madrid y Barcelona en el que decomisaron 698 kilos de cocaína pero sin responsables hasta ese momento.

Esto motivó un amplio intercambio de información con otros países que dio sus frutos al lograr la identificación de las personas responsables de la introducción del contenedor, así como de su “contaminación” en origen, Panamá.

De esa manera, las autoridades españolas comprobaron como España se había convertido en la sede de una célula de la organización criminal que introducía la droga por varios puertos y a su vez había conformado un complejo entramado societario de inversiones inmobiliarias en la zona de la Costa del Sol con el fin de blanquear los beneficios obtenidos del narcotráfico.

Las imágenes de la operación muestran como parte de los bienes decomisados una gama de autos deportivos de último modelo, finos relojes, dinero en efectivo, motocicletas y bienes inmuebles lujosos.  

En el curso de la investigación se han aprehendido más de 30 toneladas de cocaína que pretendían inundar Europa de esta droga y que junto a las estimaciones realizadas por Europol, podría llegar a suponer un tercio del mercado total, lo que hace del cartel una verdadera ballena en el mundo del narcotráfico global.

Las acciones de las agencias europeas y Dubai desmoronaron la estructura logística, representada por los grupos criminales responsables de la introducción de la droga en cada país, así como de descabezar la organización. 

En Panamá los puertos se han convertido en  la ruta más segura para los traficantes dadas las conexiones  que manejan localmente dos grupos delincuenciales  quienes se encargan de recibir, mover y proteger la mercancía mientras se encuentra en suelo panameño.

La fuente del Senan explicó que una vez la droga llega a costas panameñas puede ingresar a los puertos  de dos formas: una es a través de una empresa, o un patio, donde  transforma el contenedor con un doble fondo. Se introduce la droga para después meter el contenedor al puerto, previamente han coordinado en el puerto un contenedor con ruta a Europa.

Una vez en el puerto sacan la droga de la caja contaminada y la pasan al contenedor con destino deseado.

Violan el sello de aduanas  pues cuentan con sellos de repuesto. Todo está previamente  coordinado. “Controlan todo dentro del puerto, desde los guardias de  seguridad hasta los operadores”, asegura la fuente del Senan. Conocen los puntos ciegos de las cámaras instaladas en los puertos.  

En una operación, añade, pudiesen participar 10 personas que trabajan en el puerto.

Una vez se encuentra el contenedor en el patio del puerto lo colocan de tal forma que la muralla de contenedores no permita la visibilidad, para poder introducir la droga en el cajón de destino, Una vez contaminan la caja, todos saben que  es hora de moverlo para transportarlo. Todos se benefician.

La idea es buscar rutas frías, que no levanten sospecha. De esta forma se  ubica un buque proveniente de Estados Unidos, por ejemplo, un país receptor de droga, que pasa por el Canal y atraca en un puerto pacífico o atlántico. Una vez la red criminal identifica la ruta a Europa, se  contamina. “Normalmente  nadie revisa eso, porque se cree que se trata de una ruta fuera del radar de los narcos”, dijo la fuente, aunque aclaró que esto ha cambiado. Las autoridades han empezado a detectarlos bajo una nueva óptica.

Hasta el pasado 15 de noviembre las autoridades panameñas habían incautado más de 28 toneladas de droga durante el 2022 en los puertos de ambas costas del Istmo.

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