Una misión del Fondo Monetario Internacional visita Panamá por espacio de 15 días para evaluar la recuperación económica del país post pandemia, la recaudación de ingresos, inflación y el nivel de la deuda
La comitiva del FMI estará en Panamá por espacio de 15 días y tendrá reuniones de trabajo con equipos técnicos y el sector privado.
El ministro de Economía y Finanzas (MEF), Héctor Alexander, sostuvo este lunes una reunión con representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) como parte de las visitas rutinarias que realiza la financista para evaluar la recuperación de la económica para los países que requirieron fondos extraordinarios a consecuencia de la pandemia.
La comitiva del FMI estará en Panamá por espacio de 15 días y tendrá reuniones de trabajo con equipos técnicos y el sector privado para posteriormente celebrar una reunión de cierre, evaluar los hallazgos y expectativas de la economía a corto, mediano y largo plazo.
Hay varios puntos que interesan al FMI con respecto al Istmo. El primero es analizar la economía panameña. En este aspecto evalúan factores como las finanzas públicas, el nivel de crecimiento económico esperado, el endeudamiento, la inflación estimada, el desempleo y aspectos fiscales como los ingresos corrientes y la mejora en las recaudaciones.
En todo este análisis el FMI también revisa la capacidad del país para hacer frente a los compromisos financieros adquiridos. En palabras llanas esto se calcula en la relación porcentual de ingresos en comparación con la deuda adquirida.
Los economistas explican que cuando el Producto Interno Bruto (PIB) sube, la relación de éste con la deuda disminuye. El año pasado (2021) la ecuación entre estos dos factores fue de 63.7%. Para el año en curso se tenía contemplado bajar a 61%, pero a unos días de finalizar el año tal vez sea más positiva considerando el crecimiento económico. Para el 2023 estiman que esta fórmula baje a 60% la deuda en relación al PIB.
Por ahora el MEF no ha mostrado intención de modificar la ley de Responsabilidad Fiscal (Ley 34 de 2008) en la Asamblea, un indicativo de que su objetivo es cumplir con el 4% pactado en la última modificación efectuada en 2020. La ley establece que para 2023 y 2024 el tope de déficit fiscal debe ser 2%, mientras que para 2025 se estima en 1.5%.
El MEF confía en que cumplirá con esta camisa de fuerza basado en los ingresos que tiene proyectados para el otro año. Además de los esfuerzos de la Dirección General de Ingresos en mejorar las recaudaciones, el MEF espera recibir aproximadamente $550 millones del Canal de Panamá por la compra de más de 2 mil hectáreas en las áreas revertidas como parte de un proyecto de consolidación de áreas y protección de fuentes hídricas, aunado a los aportes periódicos que realiza la entidad al gobierno nacional.
Proyectan de igual forma que la economía continuará con un desempeño positivo. Para el 2023 el MEF espera un crecimiento del 4% y ven con buenos ojos la creación de nuevos empleos formales, que deben recuperarse del golpe de la pandemia de Covid-19.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) indican que en 2022 los empleos informales representaron el 48.2 % de 1.8 millones de personas que trabajan. Esto significa que existen aproximadamente 800 mil trabajadores informales, lo que a su vez representa que 48 de cada 100 personas que trabajan, lo hacen de manera informal.
Sin embargo, hay un tema que preocupa a todas las calificadores y a la sociedad pensante del país: la solución al déficit de la Caja de Seguro Social. Un asunto pendiente que parece ser más político que económico, pero cuyas repercusiones -de no ser atendidas- serán “nefastas” como lo han advertido los empresarios.
La complejidad del tópico requiere de un consenso de las partes en la mesa del Diálogo por la Caja de Seguro Social que aún no se reactiva, a pesar de que esperaban el informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para convocar a las partes. La OIT entregó un análisis de la situación en septiembre pasado, pero el gobierno aún no se ha pronunciado en este tema.
En abril de 2020 el FMI aprobó una solicitud de Panamá de asistencia financiera de emergencia de $515 millones derivados del estallido de la pandemia Covid-19. La pandemia debilitó las perspectivas macroeconómicas del país para el 2020 y abrió una brecha en la balanza de pagos estimada en alrededor de $3,700 millones.
Al finalizar la reunión, según nota de prensa enviada por el MEF, el viceministro Jorge Almengor, señaló que la economía ahora se está recuperando con fuerza pero hay tareas por hacer como: reconstruir la resiliencia y sostener la convergencia con los países más ricos, reducir el déficit, fortalecer la integridad financiera, salir de la lista gris del GAFI y fortalecer la resiliencia del sector financiero.
“Panamá tiene que reinventarse, así lo ha hecho en el pasado y lo tendrá que hacer en el futuro. Estamos aquí muy contentos de haber regresado a Panamá después de 2 años y medio”, destacó el jefe de la misión del FMI, Bass Bakker. Añadió que el propósito de la visita “es conocer los hechos y detalles, de la recuperación de la economía panameña, tras la afectación del Covid en términos de vida”.
La misión del FMI debe estar terminando su visita a mediados de diciembre, y “esperemos que coincidamos porque al final lo que consideramos importante es recuperar esa senda económica de productividad que teníamos previo a la pandemia y que obviamente debe ser resaltada hacia futuro para darle mayor propulsión a las mejoras de las condiciones socioeconómicas del pueblo panameño”, aseguró el viceministro Almengor.
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