El mandatario manifestó que la Junta Directiva tiene la responsabilidad de retomar el Diálogo por la Caja de Seguro Social, porque está dentro de sus facultades. No obstante, reafirmó en que no apoyará medidas paramétricas
Cortizo parece tener otras fórmulas para inyectar recursos frescos a la CSS.
El presidente de la República, Laurentino Cortizo, está preparado para reiniciar las conversaciones del Diálogo por la Caja de Seguro Social (CSS) en el momento en que lo decidan el sector privado y los trabajadores organizados.
A un año y meses de culminar su mandato y con uno de los temas más sensitivos aún por resolver, el presidente se planta en la idea de no implementar medidas paramétricas como vehículo para reflotar financieramente el programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la CSS. Lo reafirmó ahora, como en 2020 cuando anunció que convocaría a la mesa del Diálogo Nacional bajo la advertencia de que no impulsaría medidas de esa naturaleza. ¿La razón? “No quiero meter la mano en el bolsillo de la gente”, manifestó este miércoles al salir de una visita en ocasión del 174 aniversario de La Estrella y un encuentro con el renovado Consejo Editorial que incluye profesionales de distintas disciplinas que participan ad honorem.
Cortizo parece tener otras fórmulas para inyectar recursos frescos a la CSS. “ En el gobierno central estamos aprobando en la Asamblea Nacional un recurso de apoyo, que es el 50% de los ingresos mínimos de Minera Panamá”, con el que prevé hacer algún tipo de transacción financiera una vez que el contrato suscrito entre el gobierno y la minera se convierta en ley de la República.
Esta formalidad, según Cortizo, brindará un poco más maniobra para designar recursos a un fondo que parece insaciable, aunque aún no quiso adelantar montos ni formalidades de la transacción.
No obstante, su criterio sobre las medidas paramétricas también tiene algunas excepciones. Cortizo dejó entrever que si nace de la Junta Directiva de la CSS, sería un tema distinto. “Las funciones de la junta directiva son amplias, pero yo no voy a recomendar paramétricas”, indicó.
El sector de los trabajadores propuso fusionar el sistema solidario con el individual, mientras que los empleadores plantearon paramétricas dirigidas a un sistema de pensiones de pilares.
Sin embargo, la necesidad de que los trabajadores organizados -y subrayó a este sector en su totalidad- se ponga de acuerdo con los empresarios, es imperante para superar el tema.
El sector de los trabajadores propuso fusionar el sistema solidario con el individual, mientras que los empleadores plantearon paramétricas dirigidas a un sistema de pensiones de pilares.
En materia del Tratado de Promoción Comercial (TPC) con Estados Unidos, Cortizo pretende impulsar una estrategia distinta a la que ha puesto sus esperanzas. Sensibilizar a los miembros del senado estadounidense, que finalmente son quienes posteriormente aprueban o rechazan las posibles revisiones al Tratado, en cuatro puntos sensitivos: arroz, lácteos, cerdo y pollo que pueden poner en jaque al sector.
Está preparado para tratar el tema en cualquier momento y en cualquier lado, incluso en la Casa Blanca cuando sea necesario. “Estoy preparado para ir cualquier día”, aseguró. “Lo llevo en mi agenda”, expresó inmediatamente.
Hace dos semanas Cortizo recibió en el Palacio de la Garzas a los senadores John Cornyn, Jeanne Shaheen, Mike Lee, Deb Fischer, Mike Crapo y Ted Budd; la Consejera Política Tanya Ward acompañados de la embajadora de ese país en Panamá, Mari Carmen Aponte. En esa cita aprovechó para poner sobre la mesa las consecuencias de no examinar los puntos en mención.
Durante la conversación conoció que en Estados Unidos estaban en proceso de revisión del proyecto de ley agrícola (Farm Bill) que contempla los subsidios al sector cada cinco años.
No desaprovecha escenario para hablar del tema. Lo había intentado por la vía formal, es decir, por los conductos protocolares. Como en marzo, cuando se reunió con la subsecretaria de Agricultura de ese país, Alexis Taylor, y puso el tema en agenda. Después, al ver que no avanzaba como esperaba, apostó a sembrar en los senadores la preocupación sobre el impacto del tema agropecuario y los efectos sociales vinculados a la crisis climática.
El argumento refiere al esfuerzo que realiza Panamá para ser calificado como uno de los tres países del mundo con Carbono Negativo en tiempos en que meta para llegar a carbono neutral es en 2030, además que los países más desarrollados y miembros del G20, son responsables del 80% de emisiones de gases de efecto invernadero.
Con lo anterior, lo que pretende es que los senadores cultiven las consecuencias que tendría la desgravación arancelaria a cero en el 2025, sin que Panamá cuenta con la capacidad de competir con los productos estadounidenses en una balanza comercial que por ahora, favorece al Norte.
Un escenario que pondría en desventaja al sector agropecuario panameño y en riesgo la seguridad alimentaria, considerando los jugosos subsidios económicos que inyecta el gobierno estadounidense al sector.
Los efectos del Cambio Climático, sumados a una desprotección del sector agropecuario en Panamá no son una buena combinación a juicio de Cortizo.
QUINTA PAPELETA
Las reformas constitucionales continúan siendo una asignatura pendiente. Los candidatos presidenciales apuestan al cambio, pero cuando llegan al poder se percatan que es un asunto mucho más complejo de lo anticipado.
Para las próximas elecciones un grupo de ciudadanos de la sociedad civil plantea incluir una quinta papeleta con la consulta de si se aprueba o no una reforma de esta naturaleza.
A Cortizo no le desagradó la idea, pero subrayó que requiere de un análisis “fino” para evitar mezclarlo con el proceso electoral. “Sería bueno que los magistrados del Tribunal Electoral hicieran un buen análisis de eso. Lo que no sería bueno es que pudiese contaminar el proceso político. Es una propuesta que debe ser analizada”, reflexionó.
Para las próximas elecciones un grupo de ciudadanos de la sociedad civil plantea incluir una quinta papeleta.
CANDIDATURA DE TORRIJOS
Cuando llegó el tema de la política el presidente prefirió tomar cierta distancia del expresidente Martín Torrijos (2004-2009), quien pretende volver a gobernar pero en esta ocasión con la bandera político del Partido Popular.
“Es una decisión muy personal de él, cumple con los requisitos que exige la constitución, es mayor de 18 años. Tiene todo el derecho de participar, obviamente yo soy PRD y voy a votar por el candidato del PRD”, exclamó Cortizo.
No quiso entrar en calificativos, más bien se mostró parco sobre la decisión que adoptó la persona a la que sirvió como ministro de Desarrollo Agropecuario en los primeros años de su gobierno, y después renunció por discrepancias cuando se negoció el TPC.
Tiene confianza en que su partido podrá repetir en las próximas elecciones. Un reto que implica convencer al electorado sobre el trabajo realizado hasta el momento y vencer la tendencia de la alternabilidad del poder que prevalece desde la era moderna de la democracia (1989).
Las próximas elecciones serán diferentes para el partido oficialista. Por primera vez, dijo Cortizo, el candidato -en clara alusión a José Gabriel Carrizo quien aspira a convertirse en el representante del colectivo- no es miembro del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), como solía ocurrir en el pasado.
“Mi respuesta es que esa regla en algún momento va a romperse, y da la casualidad de que el actual presidente que es miembro del PRD es un miembro más. Por primera vez esto ocurre. Hay que seguir haciendo el trabajo”, responde confiado.
En cuanto al Vale Digital Solidario, la ayuda económica inmediata que beneficia a 156 mil personas, a diferencia del subsidio al combustible que termina a finales de mayo, Cortizo aún no determina cuándo culminará “es posible que podamos extender unos meses”, zanjó.
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