Califican de engaño lo dicho por el director de la Caja de Seguro Social, Enrique Lau, quien afirmó que existe un abastecimiento del 90%. Las farmacias públicas son dispensadoras, el problema debe resolverse en los pasos previos, afirman los farmacéuticos
Los farmacéuticos afirman que si no se resuelve el problema de la adquisición, ya sea por falta de registro sanitario de los oferentes o bajo consumo o rotación, tampoco pueden achacar a las farmacias la culpa por la falta de medicinas.
La Junta Directiva del Colegio Nacional de Farmacéuticos, presidida por Jaime Olive y Trifino Hernández, expuso su desacuerdo con las declaraciones emitidas por el director de la Caja de Seguro Social (CSS), Enrique Lau, en el sentido de que desabastecimiento de medicamentos en la institución es un porcentaje mínimo de aproximadamente el 10%.
Los farmacéuticos enviaron una nota al procurador de la Administración, Rigoberto González, en la que califican de “engaño” a la población dicha aseveración. Aunado a esto señalan que el problema de la falta de medicamentos en las farmacias obedece más bien a otro factor. Uno que involucra desde la compra hasta la logística empleada para su distribución.
Sobre lo anterior, rechazaron el contenido de una circular de la CSS fechada el 16 de junio pasado, en la que según el Colegio, evidencia que existe un problema serio de abastecimiento “donde el equipo del director general, es decir la Dirección Nacional de Logística y la Dirección Nacional de Compras, no ha hecho nada por revertir la situación apremiante”.
Los farmacéuticos afirman que si no se resuelve el problema de la adquisición, ya sea por falta de registro sanitario de los oferentes o bajo consumo o rotación, tampoco pueden achacar a las farmacias la culpa por la falta de medicinas. “La razón de ser de las farmacias institucionales del sector público es la dispensación de las prescripciones, no la compra de los medicamentos”, destaca la nota.
Bajo el criterio del Colegio de Farmacéuticos, el problema se solventa con un mecanismo de contrato de suministro de medicamentos, y no mediante las licitaciones.
La metodología de compra fue sugerida en enero pasado por los profesionales y plantea la adquisición por grupo de medicamentos que presentan intercambiabilidad, es decir, un grupo que puede contener varias moléculas intecambiables y en cuya oferta se puede hacer posturas por consorcios. De esta forma la CSS podría programar las compras por cuotas a cada consorcio y planificar las entregas según las necesidades y especialidades.
La idea para evitar el desabastecimiento, según los profesionales, es que cada institución vele por su propia responsabilidad. Por eso es que sometieron a consideración de González, las funciones que deben primar en la cadena de suministros: coordinación con los órganos fiscalizadores; revisión de expedientes para asegurar los controles de calidad; la promoción de adopción de fianzas legales y formas de liquidación contractual a cargo de la Dirección de Compras, por ejemplo.
En notas previas, el gremio subrayó su molestia por la inconveniencia de esperar a que exista una crisis de desabastecimiento de medicamentos para entonces activar mecanismos excepcionales de contratación y trasladar la responsabilidad legal y contractual a los regentes y operarios técnicos, bajo el pretexto de que existe una mal interpretada autonomía administrativa.
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