Liberia destronó a Panamá en tonelaje marítimo

Aunque anticipado por el sector panameño, la noticia cayó como balde de agua helada.  Liberian International Ship and Corporate Registry, una empresa privada eficiente y moderna,  ya le pisaba los talones a Panamá desde hace meses, y es el segundo registro que más rápido avanza en abanderamiento de naves este año.


Panamá perdió el liderazgo mundial en  tonelaje marítimo que había sostenido desde los 90s hasta este mes, cuando fue superado por Liberia. El reciente reporte mensual del portal especializado en temas marítimos Clarksons World Fleet Monitor posiciona a la competencia como líder en la materia.

El anuncio, aunque anticipado por el sector panameño, no dejó de caer como un balde de agua helada. Liberia ya le pisaba los talones a Panamá desde hace meses, y es el segundo registro que más rápido avanza en abanderamiento de naves este año.

La flota liberiana comandada por Liberian International Ship and Corporate Registry creció un 5,6% este año, llevándola a 246,5 millones de toneladas brutas. Por su parte, la flota de Panamá bajo el paraguas de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) ha crecido un 2,3% hasta situarse en 244,3 millones de toneladas brutas.

Perder el liderazgo en tonelaje resta prestigio a la bandera panameña que sirve como una invitación a los clientes para invertir en un país que debe contar con una estrategia marítima. Liberia, con menos buques, pero con más capacidad, logró superar a Panamá en tonelaje.

De acuerdo al reporte del portal, Liberia controla el 14% de la flota mercante mundial. Esto representa 5,052 naves, aunque Panamá continúa su liderazgo en este renglón con 8,254 buques, según consigna el periodista Adam Corbett, de Lloyd´s List.  

Lo más curioso es que el capitán del registro de Liberia es un panameño, Alfonso (Alfonsito) Castillero, quien hizo una carrera como director de Marina Mercante en la AMP (2000-2014), pero cuando inició la administración de Juan Carlos Varela, y al mando de la AMP Jorge Barakat, fue relevado.  

Este último consultó con Castillero sus ideas. A lo que el entonces director respondió tajante: despolitizar la institución, crear un modelo de empresa corporativa con capital estatal. A Barakat no le gustó la idea. Concluyó que se trataba de un “problema de gente, no de sistema”. Las diferencias terminaron con la renuncia de Castillero a la AMP. Enseguida lo fichó Liberia y la empresa adquirió la experiencia, los contactos, la confianza que había entablado Castillero con los clientes por 14 años. Un ingrediente que incluyó en una estructura de negocio flexible, que permite al cliente tramitar todo en línea y con transparencia, sin descuidar las relaciones personales.

“Desde hace más de un año habíamos recibido las proyecciones de inteligencia y sabíamos que esto estaba pasando”, se lamentó Alberto López Tom, de la comisión marítima de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede).

Tom recalcó que existen todos los informes habidos y por haber con respecto a lo que hay que hacer en la AMP para modernizar el negocio, “pero no se hace”.

“Tenemos 20 años de estar diciendo a la AMP lo que hay que modernizar y no se hace, cada gobierno llega con su propia estrategia, cambia a los funcionarios y se interrumpe el trabajo realizado previamente”.

Todos los consultados coinciden en la necesidad de cambiar el sistema. La competencia funciona sobre bases digitales y una pasarela económica más amigable.

En el registro panameño aún es necesario el papel, la autenticación del documento, un pago complicado porque debe ser a través de los consulado, no a través de una  tarjeta de crédito que se puede usar desde cualquier parte del mundo como lo hace la competencia.  

Panamá este año debe adoptar medidas enérgicas contra los barcos con un historial de seguridad o cumplimiento deficiente aumentó la presión sobre el crecimiento de su flota, escribió Corbett. Y lo está haciendo. Está tratando de renovar la flota. Recientemente fue incluida en la lista gris del Memorando de Entendimiento de París, por la cantidad de alertas detectadas en la flota sin subsanar.

Sobre lo anterior también coincide Ramón Franco, presidente de la Asociación Panameña de Derecho de Mar (Apademar).

El punto clave del cambio de modelo según Franco, “es sacar la política del registro de naves, debe manejarse como una empresa privada lejos de los nombramientos políticos y cambios cada cinco años cuando se releva el gobierno, contratación de personal con salarios competitivos en la industria, servicio 24/7 entre otras ventajas”.

La fórmula para recuperar el liderazgo es despolitizar la institución y convertirla en una gestión corporativa bajo un modelo de negocios como si fuera una empresa privada pero en la que el estado sea dueño del 49%, los empleados 2% y el resto una empresa privada, ya sea de corte internacional o un grupo de personas nacionales o extranjeros que tengan experiencia, sugieren consultados.  

Quienes se dedicaron al abanderamiento de naves toda una vida, como el abogado Eloy Alfaro, recomienda ofrecer un servicio más eficiente y rápido. Por ejemplo, con la posibilidad de registrar títulos de propiedad de hipotecas en otros idiomas, como inglés, porque actualmente todo debe ser traducido al español y notariado. Además, señaló Alfaro, debe procurar los más altos estándares en niveles de seguridad de sus naves con la complicación de que las naves que abandera el país son de mayor antigüedad.

Este medio intentó conseguir la versión de la AMP, pero hasta el cierre de esta edición no emitió nota de prensa. 

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