Un monumento por la paz, en memoria de las víctimas del vuelo Alas


Monumento Conciencia Viva.


La importancia en la búsqueda de una sociedad pacífica tiene un sitio en la Cinta Costera II con la primera piedra dedicada del monumento Conciencia Viva.

Esta obra artística de la  panameña Olga Sinclair nace como respuesta al atentado terrorista perpetrado por la organización Hezbollah en contra de Panamá el 19 de julio de 1994.  

Esa  fecha se recuerda con dolor en la comunidad hebrea y en el país, luego de que una nave de la aerolínea Alas Chiricanas que había despegado del aeropuerto France Field, en la ciudad de Colón, con destino a la capital fue destruida por un terrorista suicida quince minutos  después del despegue.

El atentado, sin precedentes en la historia del país,  causó la muerte de 18 pasajeros y tres tripulantes. Los restos del avión, un turbohélice Bandeirante modelo EDMB 10, fueron hallados  en las montañas de Santa Isabel.

El avión había estallado a consecuencia de un artefacto explosivo dentro de la cabina, según revelaron  las investigaciones.

En ese momento se plantearon varias hipótesis sobre lo que pudo haber ocurrido a la aeronave que había efectuado varios llamados de emergencia.

Uno de ellos establecía  la  relación con el ataque de  Panamá y el de la Asociación Mutual Israelita Argentina (Amia) que había ocurrido un día antes.

Por muchos años la hipótesis no pudo ser confirmada y las causas sobre el golpe en contra de la comunidad judía en Panamá, ya que  la mayor parte de las víctimas eran empresarios de la comunidad judía,  quedaron sin resolver.  

En mayo de 2018, en una visita oficial del entonces presidente panameño Juan Carlos Varela a Israel, el gobierno hebreo le comunicó que el grupo libanés estuvo detrás de la planificación y ejecución del atentado.

Varela dijo después que en noviembre recibió una carta del primer ministro, Biniamín Netanyahu, en la que le aseguró que los servicios de inteligencia habían recaudado las pruebas que avalaban  que la organización terrorista perpetró la explosión de la nave.  

La estatua que será erigida en el mirador Pacífico tiene esa intención, convertirse en un espacio de reflexión para las nuevas generaciones de nacionales y extranjeros y  sobre la importancia de promover y defender la paz, el respeto, la tolerancia y la resolución de conflictos de forma pacífica, además de perpetuar la memoria de las 21 personas asesinadas.

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