El país del norte distribuirá la ayuda en once países a través de organizaciones internacionales como Acnur y OIM, según indicó Marta Youth, subsecretaria adjunta de Población, Refugio y Migración del Departamento de Estado, de EE.UU.
El gobierno panameño propuso la creación de un observatorio de movilidad humana para que las naciones puedan compartir información sobre números de personas que se están moviendo por su territorio o la región (foto: cortesía Roberto Barrios).
Estados Unidos anunció una ayuda de $16 millones para once países de la región Latinoamericana para intentar contener la migración irregular sin precedentes hacia éste país. Esta ayuda de carácter humanitaria será distribuida en cada país a través de las organizaciones internacionales como la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados, Unicef, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para promover una gestión migratoria segura, esto también ayudará a apoyar los esfuerzos de OIM en la selva del Darién. En éste último punto se viven situaciones trágicas por los migrantes que transitan engañados por el crimen organizado, coyotes que divulgan en redes sociales la ruta como si se tratara de un paseo, sin riesgos, cuando en realidad en una ruta peligrosa donde han perdido la vida decenas de personas, y otras tantas sufren asaltos y violaciones. “Las imágenes son escalofriantes cuando vemos lo que ha ocurrido a personas en la selva del Darién”, indicó la subsecretaria alterna de Población, Refugio y Migración del Departamento de Estado de Estados Unidos, Marta Youth quien sostuvo un encuentro con los medios de comunicación tras su participación en la cuarta plenaria de dos conferencias regionales de migración celebradas en Panamá los días 23 y 24 de agosto. Estas conferencias, la regional de migración que conforman los países de Centroamérica y la regional de Sudamérica se reúnen una vez al año para trabajar juntos en el desafío de migración, esta vez participaron 23 países.
Como resultado del encuentro, los representantes de migración de cada país reconocieron que los “malos de la película comunican más rápido los mensajes que captan a personas con engaños y se aprovechan de su desesperación”. Razón por la que acordaron difundir en forma coordinada mensajes disuasorios para evitar que los migrantes irregulares opten por esta vía arriesgando sus vidas, en vez de optar por una vía legal para arribar al norte.
Aunado a esto, el gobierno panameño propuso la creación de un observatorio de movilidad humana para que las naciones puedan compartir información sobre números de personas que se están moviendo por su territorio o la región. Datos básicos que puedan dar una idea sobre los flujos migratorios y poder prepararse ante los movimientos en cantidad. “Por lo menos para entender los flujos y las autoridades migratorias estén al tanto sobre lo que enfrentarán”, indicó Youth.
Durante 2023 han pasado por territorio panameño al menos 300 mil migrantes irregulares con destino a Estados Unidos, una cifra que pone en apuros a las autoridades de migración y al Servicio Nacional de Fronteras, primer estamento de seguridad que se encarga de los viajeros que llegan a Bajo Chiquito, San Vicente o La Peñita donde existen albergues temporales para alojar a miles de personas hasta ser trasladadas a la frontera con Costa Rica, donde siguen su curso hacia Estados Unidos.
No sólo los países de la región son los que enfrentan este desafío, sino Estados Unidos también. Youth reiteró que el desafío de la migración se debe enfrentar en conjunto, un esfuerzo en cada país de forma coordinada.
A pesar de los programas que mantiene el gobierno de Joe Biden para ofrecer una ruta segura a través de programas legales para quienes tengan familiares en Estados Unidos, busquen un trabajo temporal o pretendan optar por la categoría de refugiados, las olas migratorias irregulares no cesan, en ocasiones se incrementan debido a la situación de violencia, inseguridad o los efectos del Cambio Climático.
Es una raíz estructural en cada país. Las causas del desplazamiento son varias y muy personales. Se mueven por conflictos, inseguridad, buscan oportunidades, para reunificarse con familiares. “Parte de eso estamos trabajando para enfrentar las causas grandes con ayuda humanitaria, programas de desarrollo para que haya oportunidades para las personas de quedarse en su país de origen o en otros terceros que hayan encontrado un lugar de refugio”, explicó Youth.
Estados Unidos anunció una ayuda de $16 millones para once países de la región Latinoamericana para intentar contener la migración irregular sin precedentes hacia éste país (foto: cortesía Roberto Barrios).
Otros programas de regularización y registro en terceros países como Colombia, Ecuador y Guatemala surgen como una alternativa para que los migrantes puedan encontrar una vida en un tercer país que no necesariamente es Estados Unidos. En este sentido, Washington busca establecer países de acogida y disminuir la llegada de quienes buscan el sueño americano.
Martha Youth abogó por datos básicos que puedan dar una idea sobre los flujos migratorios y poder prepararse ante los movimientos en cantidad (foto: cortesía Roberto Barrios).
Obviamente hay quienes viajan porque necesitan protección internacional, “algunos pueden pedir refugio en países que están en la ruta, no tienen que llegar a Estados Unidos, varios países tienen programas de refugio y asilo. Estamos expandiendo los esfuerzos en América Latina para que puedan acceder al programa estadounidense a través del programa movilidad segura”, zanjó la diplomática.
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