Quien gane estas elecciones puede hacerlo con un 25% del voto del electorado. Esto afectará la gobernabilidad del país, ya que requerirá del respaldo de la Asamblea Nacional y los gobiernos locales para avanzar en las reformas estructurales desatendidas en el pasado
Antonio Sanmartín.
La salida de Ricardo Martinelli del panorama electoral ocasionó una mayor fragmentación de los votos hacia el resto de los candidatos, según opina nuestro entrevistado Antonio Sanmartín, asesor político. Algunos factores incidirán en la decisión de los electores, por ejemplo, su credibilidad, estructura política y capacidad de satisfacer los reclamos históricos del país, que para solucionarlos requerirán del apoyo de la Asamblea y los gobiernos locales. El candidato que logre amasar estos tres factores podría tener más éxito que el resto. Como componente adicional, los debates presidenciales ayudarán a visualizar qué tan viables son las promesas electorales, pero más importante, el cómo se van a implementar.
¿Qué tanto ayudan los debates presidenciales al elector para tomar una decisión?
En este escenario, esta elección en particular, creo que los debates van a tomar una importancia enorme. El escenario de Ricardo Martinelli, José Raúl Mulino y Zulay Rodríguez, hacen que la competencia electoral se empareje bastante. Antes teníamos un Martinelli que podría encabezar las encuestas, pero ahora el escenario es que una Zulay sube y un Mulino que también está en competencia. Hay que ver las condiciones del resto, de Ricardo Lombana, de Rómulo Roux y Martín Torrijos. Pareciera que todos estos candidatos están parejos. Posiblemente lo que va a marcar la diferencia es su actitud, comportamiento y desarrollo dentro de los debates. También porque hoy, los votantes, por su cercanía con las redes sociales esperan propuestas más contundentes. Yo creo que en esta elección habrá mucha atención a lo que digan o no dentro de los debates.
Antes teníamos un Martinelli que podría encabezar las encuestas, pero ahora el escenario es que una Zulay sube y un Mulino que también está en competencia. Hay que ver las condiciones del resto, de Ricardo Lombana, de Rómulo Roux y Martín Torrijos.
¿Y su comportamiento?
También. Hay que tomar en cuenta lo que ocurrió el año pasado con el tema de la mina. Este tipo de votantes me da la impresión de que todavía no saben por quién van a votar. Creo que los debates van a ayudar a este tipo de votantes que protestaron a definir cuál será su voto.
¿Qué tanto van a convencer al elector en el cómo van a resolver los problemas?
Has dicho algo muy cierto, el cómo. Los diagnósticos son los mismos. Tenemos los mismos problemas de hace 15 o 10 años, son desempleo, agua, pobreza, recolección de basura, salud. El cómo será una de las preguntas más importantes. También una variable será la credibilidad. Cada candidato llegará con un margen de credibilidad. Posiblemente serán parecidos, lo importante es la persona que lo está diciendo y desde qué punto. Si se le puede creer.
Tenemos los mismos problemas de hace 15 o 10 años, son desempleo, agua, pobreza, recolección de basura, salud.
¿Esa credibilidad de qué depende? ¿De su ejecutoria, partido político, independencia?
El efecto de las redes sociales en la política es que el tema de opinión pública y credibilidad están muy amarrados a la propuesta. Antes, con publicidad política muy bien diseñada, tú podrías convencer a los votantes con más facilidad. Pero ahora, el acercamiento que dan las redes sociales en temas de opinión pública hace que sean más cuestionables. Por lo tanto, además de la propuesta es importante saber si el candidato tiene credibilidad. Si no la tiene, si llega sin credibilidad, no importa qué diga, igual no le van a creer.
Además de la propuesta es importante saber si el candidato tiene credibilidad.
¿Cómo puede un candidato revertir la poca credibilidad?
Por eso es que para los gobiernos siempre es importante ganar las batallas en la opinión pública. Una característica de las elecciones en Panamá es que los gobiernos pierden la siguiente elección porque pierden la credibilidad y aparece el voto castigo. Ese voto castigo es muy importante.
¿Ese voto castigo se refleja también por el partido político al cual pertenece el candidato?
Por eso es que este escenario es tan complejo y diferente, porque el partido oficialista está partido. Tiene al abanderado oficial, al hijo de quien fue presidente de la República y secretario general del partido al cual acaba de renunciar, y tienes a una diputada importante que también se abrió en la libre postulación. La pregunta es si esa división se va a presentar en tres pedazos, o esos miembros del partido se van a inclinar a favor de uno de los tres. Eso no lo vamos a saber todavía. Te diría que el Partido Revolucionario Democrático (PRD) siempre ha representado un 30% del voto, no sé si van a llegar compactos en esta elección, pero es posible que terminen apoyando a uno, cuál es lo que está por verse.
El PRD tiene al abanderado oficial, al hijo de quien fue presidente de la República y secretario general del partido al cual acaba de renunciar, y tienes a una diputada importante que también se abrió en la libre postulación.
¿El PRD podría sentirse atraído a votar por alguien que no es de su partido?
Ese es otro de los fenómenos que están ocurriendo. La marca partido está muy debilitada y lo vemos en los candidatos de cargos menores. Cuando ya no importa de qué partido eres, abajo los candidatos a representantes, diputados y alcaldes se están mezclando, ahí prácticamente la marca partido no está funcionando. Igual ocurre que la libre postulación, por la configuración en esta elección, entra a la campaña presidencial sin esa identificación. Así tenemos el caso de Zulay que viene de un partido, Melitón Arrocha viene de otro y Maribel Gordón viene de fuerzas que eran antes un partido. La libre postulación en esta ocasión no va a tener la misma connotación que en el 2019. Hay algunos candidatos que no tienen un historial dentro de partidos, otros que vienen de partidos pero con un discurso muy parecido a la libre postulación y otros que venían de partidos y deciden por la libre postulación antes la falta de oportunidad en sus partidos. Creo que hay un tutti fruti hacia abajo, en los cargos de representante y alcalde hay una mezcla. El voto presidencial va a correr distinto, por lo tanto veremos mucho voto cruzado, no una aplanadora como solíamos ver antes que dominará presidencia, alcaldía o representantes. Ese voto plancha no lo veo en esta elección, veo una mezcolanza, lo que va complicar la gobernabilidad del futuro presidente.
La libre postulación en esta ocasión no va a tener la misma connotación que en el 2019.
Si no ve el voto en plancha, ¿con qué porcentaje puede ganar el futuro presidente(a)?
Me preocupa mucho eso porque puede ser que tengamos un presidente con el 25% de los votos. Yo lo veo entre 25% y 30%. Eso abre el viejo debate de que necesitamos una segunda vuelta electoral. La constitución no lo permite y en algunos países cuando esto ocurre es superficial, porque las alianzas son para ganar y luego se deshacen en la gobernanza. Más allá si es la segunda vuelta electoral, tenemos un escenario muy fraccionado.
Puede ser que tengamos un presidente con el 25% de los votos. Yo lo veo entre 25% y 30%. Eso abre el viejo debate de que necesitamos una segunda vuelta electoral.
¿En qué puede derivar esa situación?
Yo te diría que los votantes serán más fieles a sus estructuras y también existe un fenómeno que para bien o para mal está ahí y es el clientelismo político. Es una realidad en nuestro país y con ello el líder que lo promueve. Muchos votantes se sienten comprometidos con esa persona porque los ayuda de una u otra forma. Eso, aunque posiblemente afecta la democracia, es una realidad dentro del escenario electoral. Hay muchos tipos de voto, el voto a conciencia, el clentelista, por la forma en como están las cosas la lealtad posiblemente sea a los candidatos a alcalde o diputado, pero no al presidente. Por eso veo voto cruzado hacia abajo.
El mercadeo político trata de simplificar el discurso porque la tesis es que si lo haces complejo la gente no lo vota, que se vota por emoción.
¿Puede ganar un palo loco, como dicen?
No tanto eso, pero no existe claridad en estos momentos de quién va de primero, de segundo o tercero. La debilidad de uno puede ser la fortaleza del otro. Por ejemplo, hay candidatos que su fortaleza son las redes sociales o el voto a consciencia o de la clase media, pero ese candidato a la vez es muy débil en montaña o en áreas populares. En cambio tiene credibilidad. En cambio vemos otros candidatos con mucha fortaleza en estructura, pero la credibilidad en el piso. Es muy difícil pronosticar.
En otros países hemos visto el fenómeno del Tik Tok actuar, ¿qué tanto prima en Panamá?
Yo creo que aquí esa red no es la vía que están utilizando los candidatos porque el panameño ve esa plataforma como una diversión, no serio. Me parece que Instagram sigue siendo la herramienta preferida. Dentro de todo el votante panameño está cansado, no quiere ver al candidato ni bailando ni diciendo tonterías. Quiere ver al candidato diciendo sus propuesta y cómo va a ejecutarlas.
¿Por qué no vemos las propuestas de los candidatos, viabilidad y el cómo lo van a ejecutar?
Esa es mi preocupación como país. El mercadeo político trata de simplificar el discurso porque la tesis es que si lo haces complejo la gente no lo vota, que se vota por emoción. Significa que el discurso político se usa para tratar de generar una emoción. Pero los problemas de Panamá en estos momentos son tan graves de resolver que no sé si el votante va a pensar: esto lo escuché en el 2019, en el 2014 y en las elecciones anteriores donde les dijeron que iban a resolver los problemas con una varita mágica. Temas como la seguridad social, la mina, educación, salud, todos son problemas que no se pueden resolver con una varita mágica. Son crónicos que van a requerir de un consenso nacional, no un consenso electorero.
¿Quién tiene el carácter para lograr un consenso de esa naturaleza?
Ese es el peligro de la fragmentación. De que estamos sufriendo las partes negativas de tener una democracia en la que podamos opinar, pero al mismo tiempo no nos ponemos de acuerdo. Demasiadas voces opinando, no nos ponemos de acuerdo y se trancan las cosas.
Por lo general velan por su propio interés...
Te pongo un ejemplo, de qué sirve un presidente ganar si no cuenta con la mayoría en la Asamblea Nacional o el apoyo en los Consejos Municipales. Necesitas como presidente promover proyectos que se van a materializar con leyes, necesitas el apoyo en la Asamblea y los Consejos Municipales. Todo está tan complejo, porque no hay un candidato que se presente a la elección ganando en la Asamblea o los Consejos Municipales. Esa es la gran oportunidad que perdió el PRD, llegó a la presidencia dominando la Asamblea y las alcaldías, en vez de aprovechar ese dominio para hacer cosas en beneficio del país, no lo hicieron. Ahí están las consecuencias. Tenemos una elección fragmentada en la que el votante no cree en nada.
Hemos visto el “no vas”, una frase de rechazo, de insatisfacción, y esa gente, ¿con quién va?
Eso es lo interesante de poder abordar el tema desde el punto de vista netamente científico. Conducta electoral. Entender al votante por qué hace las cosas. Lo que ocurrió con la mina es un fenómeno sociológico que da para mucho estudio. Me encantaría un día ver las universidades realizar esos estudios porque es importante entender por qué sucedió. Hay muchos que me dicen que no era tanto la discusión sobre la mina sino el cansancio de una sociedad que está esperando respuestas de un sistema de gobierno que no está funcionando. Lo que pasa es que ese votante que estuvo en la calle protestando de forma legítima, no vas, no más, no queremos más de lo mismo, ¿para dónde va a coger políticamente? La pregunta es porque el tema es que las candidaturas no terminan de llenar ese espacio. Ese votante aún no sabe por quién va a votar.
¿Es un rechazo a los partidos políticos en sí?
Es al sistema político carcomido por el clientelismo político. Debe ser la estrategia de los candidatos materializar eso. En las calles había mucha juventud protestando por el tema de la mina. Te podría decir que al menos la mitad eran jóvenes. La gran pregunta es si la oferta electoral actual llena las expectativas de esa juventud. No lo está llenando.
¿Qué tipo de composición prevé en la Asamblea Nacional? Observa una bancada más robusta de los independientes?
Veo a los independientes creciendo. Posiblemente podemos doblar o triplicar. Que podamos tener la mitad de independientes, no lo sé. Pero los veo creciendo porque ahora para presidente el voto independiente sí está desconfigurado. Pero para diputado, alcalde y representante sí hay mucha organización, vienen mejor preparados. Hay una variable interesante, económicamente el país está mal. Eso se refleja en las campañas. Los candidatos de cargos menores están sin plata. Esto los ha obligado a patear calle, llevar volantes, ven a la gente y eso es lo que mejor hacen los independientes porque vienen de un proceso de recolección de firmas. Ahí entra en juego el tema del voluntariado, el no trabajar la política por la plata. Ahí yo creo que los partidos políticos están en desventaja porque su mecanismo es distinto. En algunos partidos hubo primarias fuertes, pero en otros no, entonces van a entrar sin plata a un proceso electoral en donde la batalla se hace en redes sociales y en la calle. Pero no lo vemos inundando como en años anteriores en la televisión, veo muchas vallas libres, porque no hay plata.
Veo a los independientes creciendo. Posiblemente podemos doblar o triplicar. Que podamos tener la mitad de independientes, no lo sé. Pero los veo creciendo porque ahora para presidente el voto independiente sí está desconfigurado.
¿Qué tanto afectará a Zulay el proceso de imputación de un caso penal en su contra?
Acuérdate que esto tiene que ver con la Constitución que dice los requisitos para poder ser presidente, eso lleva un proceso. Un candidato que pierde esa condición ocurre cuando es condenado en firme. En el caso de Zulay no veo que alcance el tiempo. Pero el factor de la imagen puede ser a favor o en contra. Aquí hay dos cosas a tomar en cuenta: el espacio público que se le está dando a la figura de Zulay va a ser importante porque los medios van a cubrir la noticia, para bien o para mal. Lo segundo es la preocupación que tengo, porque vas a poder victimizar a un candidato, no aplica en el caso de Martinelli porque en ese caso el escenario era muy definido. Había un 30% que lo ama y otro igual que no gusta de él. En el caso de Zulay es una variable bastante especial porque es una figura relativamente nueva. Pero el espacio público que le van a dar será enorme, además que va a ir a los debates presidenciales y que usó la estrategia de correr a tres cargos, y va a tener mucha exposición en los medios dando cobertura a su proceso.
¿Qué tanto va a capitalizar Mulino a los votantes de Martinelli?
Esto es una percepción personal, siento que ese voto está girando alrededor del mismo universo. Ese porcentaje de Martinelli que marcaba un 30% en todas las publicaciones, lo que siento es que se está moviendo alrededor de la figura de Mulino y de Zulay. Ese votante pareciera que no es el de Roux, Torrijos o Lombana. Entonces uno debilita al otro. En ese sentido el partido RM está mortalmente herido porque si Zulay sube debilita a Mulino y al revés. Eso es lo que me hace pensar que RM está mortalmente herido, a menos que se unan, cosa que no pudieron lograr, antes no hubo acuerdo cuando lo intentaron.
No hay comentarios
Publicar un comentario