La crisis migratoria y la acusación contra Mayorkas

Especialistas ven poco probable que el Senado destituya o abra un proceso en contra del secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, ya que se requieren dos terceras partes de los votos y está dominado por demócratas 


A pesar de que la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este miércoles un ‘impeachment’ o proceso judicial en contra del secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, la posibilidad de que la acusación prospere en el Senado es casi remota. 

En un acto inédito en 150 años, y el segundo secretario de un gabinete en ser acusado,  la Cámara de Representantes aprobó con un voto de diferencia, 214 a favor y 213 en contra, la formalización de la acusación en contra del Secretario por no aplicar las leyes federales para el control migratorio. En palabras cortas, por descuidar la frontera entre Estados Unidos y México y permitir el paso de migrantes irregulares al Norte. Tan sólo en diciembre se contaron 225 mil migrantes estacionados en la frontera de Estados Unidos, una cifra récord revelada por el Departamento de Seguridad Nacional, mientras que en 2022 la entidad expulsó a 1.4 millones de migrantes, más que cualquier otro año. 

Por otra parte, el año pasado cruzaron por la peligrosa selva del Darién, la zona boscosa que divide a Panamá de Colombia, unas 525 mil personas, la mayoría buscando el sueño americano. En la historia migratoria, desde el año 2000, Estados Unidos no había contabilizado estos números, de ahí la importancia y dificultad de manejar el tema especialmente en un año electoral que ha unificado al Partido Republicano.

Para que prospere la acusación tiene que pasar al Senado, que entrará a sesionar el 26 de febrero, la entidad es la única que cuenta con la facultad para celebrar un juicio político que pueda desencadenar una destitución del cargo o una condena. Sin embargo,  debe contar con el voto de dos terceras partes de los senadores, que en este caso a diferencia de la Cámara de Representantes, está controlada por los demócratas. Razón por la que varios analistas estadounidenses ven improbable que prospere el juicio contra Mayorkas o pierda el cargo. 

La opinión pública de ese país califica la acusación como una jugada de los republicanos en la batalla contra la migración en medio de un periodo electoral que encierra otra batalla entre el presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump, ambos en busca de un segundo periodo presidencial. De igual forma, el proceso tampoco parece alterar la situación en la frontera.

Mayorkas visitó Panamá en abril del año pasado (2023) acompañado de una delegación con el propósito de profundizar los desafíos de la migración irregular en la frontera colombo-panameña. El viaje abarcó reuniones con el mandatario Laurentino Cortizo y la canciller Janaina Tewany, además del ministro de Seguridad Juan Manuel Pino, con quienes conversó cómo atacar a las redes criminales que trafican migrantes, una de las principales vías del masivo flujo de personas hacia el Norte, alimentado de la precaria situación económica y la violencia que se experimenta en varios países de la región latinoamericana.  Ya en ese momento, Mayorkas preveía que la crisis migratoria que se vivía en el Darién se replicaría más adelante en el río Grande, que divide a Estados Unidos con México, uno de los pasos fronterizos más comunes que emplean los irregulares para ingresar a territorio estadounidense. De igual forma, Mayorkas amplió el amparo temporal concedido a varias nacionalidades en su territorio para propiciar las rutas seguras. 

La propuesta que surgió de la reunión trilateral en la que participó Mayorkas buscaba nuevos acuerdos para gestionar una migración con rutas seguras y legales, sin embargo, el número de migrantes que a final de año arribó al sur de Estados Unidos superó cualquier expectativa.

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