Más de una docena de países de la región pidieron el conteo de las actas para esclarecer los resultados electorales. La oposición afirma que han recuperado un 73% que dan como vencedor a Edmundo González tres a uno
El pueblo venezolano salió a las calles a destruir todo lo que se recordara al Chavismo; derribaron una estatua de Hugo Chávez ubicada en la urbanización Las Eugenias al sur de la ciudad de Caracas y otra en El Calabozo.
Venezuela sucumbe y su presidente, Nicolás Maduro se aísla. Ordenó retirar su personal diplomático de Panamá, Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, República Dominicana y Uruguay, países que desconocen su triunfo sobre Edmundo González, su contendor de la oposición en las recientes elecciones presidenciales. Sólo lo respaldan unos cuantos países que no llenan una mano: Nicaragua, Cuba y Bolivia, de la región, e Irán y Vladimir Putín, su aliado estratégico. China. Brasil y Colombia, socios de Maduro están a la expectativa de la divulgación de los resultados de las elecciones por el Consejo Nacional Electoral (CNE), como lo divulgó el presidente colombiano Gustavo Petro, quien enfatizó “en el conteo de los votos con plenas garantías para todos los sectores”.
Ni siquiera sus propios invitados como veedores del proceso electoral le apoyaron. La Misión del Observatorio Electoral de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina, representada por partidos de corte socialista, pidió que se garantice el acceso a la totalidad de las actas y se realicen las auditorías correspondientes. Lo mismo manifestaron el Centro Cárter, y la misión de las Naciones Unidas en voz del secretario general, António Guterres.
Mientras se escuchaban los pronunciamientos de los líderes del mundo en las redes sociales, el equipo de María Corina Machado, la cabeza de la oposición y Edmundo González, recopilaba las actas de votación hasta llegar al 73%, según exclamó Machado en una conferencia de prensa a la que citó la tarde del lunes (ayer). “El régimen durmió muy preocupado, mientras nosotros no dormíamos porque estábamos muy ocupados. Ellos prometieron entregar un disco compacto con las actas, vamos a ver qué entregan, tendrán que ratificar la verdad”, aseveró Machado dando una relación de tres a uno a favor de González (más de seis millones de votos para González y dos millones para Maduro).
De acuerdo al conteo de la oposición, los documentos recopilados dan la victoria a Edmundo González. “Con las actas que nos faltan, aunque el CNE pusiera el 100% de los votos a Maduro no les alcanza. La diferencia fue tan grande, apabullante en todos los estratos de Venezuela”, aseguró Machado. Dijo que todas las actas se encuentran publicadas en un portal robusto, aunque no lo nombró, en el que cada ciudadano puede consultar el acta de mesa insertando su número de identificación, y que en el momento en que se desarrollaba la conferencia de prensa, el portal estaba siendo consultado por líderes globales, como parte de la evidencia de su victoria.
Machado citó al pueblo venezolano a concentrarse este martes por una hora, de once a doce mediodía, “para retirarnos pacíficamente a nuestras casas después de haber demostrado la inmensa mayoría que somos”.
El presidente panameño José Raúl Mulino fue el primero en alzar la voz. Ordenó el retiro de su personal diplomático de Caracas y puso en suspenso las relaciones diplomáticas con el país sureño hasta tanto se aclare el tema de las actas.
En algún momento ambas partes deberán acercarse para dialogar y poner fin a la crisis. Por ahora, de acuerdo a varias fuentes allegadas a la oposición venezolana, “la comunicación es nula, no es el momento”, dijeron. Para que esto ocurra, condicionaron, es necesario legitimar el proceso y respetar la voluntad popular.
La insatisfacción de la población por la proclamación de Nicolás Maduro como vencedor de las elecciones presidenciales del pasado domingo, en las que el Consejo Nacional Electoral dio como ganador a Maduro con un 51.2% de los votos y un 44% a favor de González, han dejado una ola de protestas en las calles que muestran enfado y rechazo. El resultado enfureció a un sector importante de la población que salió a las calles a destruir todo lo que se recordara al Chavismo, derribaron una estatua de Hugo Chávez ubicada en la urbanización Las Eugenias al sur de la ciudad de Caracas y otra en El Calabozo, acto que recordó el fin del régimen iraki cuando una muchedumbre abatió la estatua de Saddam Hussein en 2003. Los venezolanos caminaron con banderas, sonaron cacerolazos, usaron el himno de arma cuando se enfrentaron a un cordón de antimotines al lado del Palacio de Gobierno. Arrancaron letreros con el rostro de Maduro que estaban colgados de los postes, en las redes sociales se leía: “todos a tumbar al dictador”. El régimen respondió con represión a cargo de las Fuerzas Armadas Nacionales.
Antes, por la mañana, Maduro fue proclamado como presidente por el CNE y ahí pronunció su primer discurso como presidente reelecto para el periodo 2025-2031, y despotricó contra la derecha internacional.
En el plano internacional el desconocimiento del nuevo periodo gubernamental de Maduro se hizo eco en más de una docena de países de Latinoamérica, Europa, y Estados Unidos que advirtieron cuasi al unísono, la necesidad de realizar un conteo transparente y libre de las actas con la presencia de observadores independientes y una revisión del sistema informático de las votaciones.
El presidente panameño José Raúl Mulino fue el primero en alzar la voz. Ordenó el retiro de su personal diplomático de Caracas y puso en suspenso las relaciones diplomáticas con el país sureño hasta tanto se aclare el tema de las actas. “No puedo permitir que mi silencio se convierta en complicidad”, sentenció. El mandatario panameño, quien también se desempeñó como canciller durante el gobierno de Ricardo Martinelli, enfatizó que las relaciones entre ambos países ya “eran frágiles”, pero se empeoraron el viernes cuando Maduro bloqueó de forma unilateral el espacio aéreo que impidió la salida y llegada de vuelos de la aerolínea Copa Airlines. “La coyuntura actual no me permite otra cosa que ser enérgico”, dijo en conferencia de prensa, recordando su vivencia en la lucha contra la dictadura militar panameña en 1989 que desencadenó en una invasión militar estadounidense para derrocar al general Manuel Antonio Noriega. Enseguida anunció que Panamá solicitará una reunión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos - de la cual Venezuela no es miembro - tal como lo establece la carta constitutiva, para convocar una reunión de cancilleres y discutir la situación de Venezuela.
En respuesta Maduro cargó contra “la ultra derecha fascista apuntando a los expresidentes colombianos Álvaro Uribe Vélez e Iván Duque, el grupo Vox de España, el nazi fascista sociópata de (Javier) Milei presidente de Argentina y (Jair) Bolsonaro expresidente de Brasil, ese grupo intentó de imponer un presidente en Venezuela”, acusó.
De acuerdo al conteo de la oposición, los documentos recopilados dan la victoria a Edmundo González (foto: VPI tv)
“Nuestro pueblo tuvo que ir a una campaña electoral bloqueado, agredido, ocho años de agresión interna y externa que se sintieron en los hogares venezolanos. Difícil imaginar que un país agredido y con sanciones criminales contra la sociedad y su economía, convocara a un proceso como el que se ha convocado”, dijo Maduro en el acto de proclamación. Añadió que lo que le mueve es la una idea de patria, “de dignidad, de honor venezolanista”. “Nos mueven sentimientos muy intensos de amor por lo nuestro, por la historia gloriosa que se ha levantado de Venezuela”, añadió ante un público conformado por uniformados del ejército y simpatizantes. Señaló que nunca lo ha movido el odio, en cambio, ha sido víctima del deseo de venganza de los poderosos, “no es la primera vez que enfrentamos lo que hoy estamos enfrentando. Se está intentando imponer un golpe de estado nuevamente, de carácter fascista y contrarrevolucionario, pudiera denominarlo una especie de Guaidó 2.0. Se presenta como tragedia y luego como comedia”, zanjó Maduro.
Excelente texto. Revomendable
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