Ciento veintiocho migrantes no aceptaron ser trasladados a su país de origen. Panamá debe buscar países que los acojan.
Panamá tendrá que buscar, a través de los migrantes, un tercer país que reciba a 128 personas que no aceptaron ser trasladados a su país de nacimiento.
Los primeros viajeros arribaron a Panamá el pasado 12 de febrero, en un vuelo procedente del estado de California, Estados Unidos, como parte de una solicitud especial - apresurada - que efectuó el gobierno de Donald Trump a su contraparte panameña, con migrantes de Irán, Uzbekistán, Turquía, China, Vietnam, India, Nepal, Pakistán, Sri Lanka y Afganistán. En total, el gobierno panameño se comprometió a recibir 500 migrantes que permanecerán en el territorio hasta ser retornados a su tierra de forma segura o terceros países que les otorguen asilo.
Los migrantes fueron alojados en un hotel de la localidad custodiados por guardias apostados en las afueras lo que les impide salir, dado que se encuentran bajo protección del Estado panameño, según aclaró el ministro de Seguridad Frank Ábrego. No obstante, enfatizó que la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Acnur son responsables por la repatriación a sus países.
Los migrantes permanecen en un hotel de la localidad custodiados por guardias.
Lo anterior contradice las declaraciones previas de un portavoz de la OIM a melodijoadelita.com quien fue enfático en que “la organización está brindando apoyo esencial a las personas recientemente trasladadas desde Estados Unidos a Panamá”, pero se deslindó de cualquier tipo de financiamiento relacionado a los traslados. Diferencias que no han sido aclaradas.
Migración sugiere que Panamá otorgue un estatus a las personas en nuestro territorio mientras gestiona los procedimientos de repatriación o reasentamiento.
Sobre el futuro de los migrantes que no desean retornar voluntariamente a su país, el Defensor del Pueblo, Eduardo Leblanc sugirió al gobierno algunas alternativas basado en la Convención de Trabajadores Migrantes que establece a los estados garantizar la protección contra expulsiones arbitrarias y proporcionar un marco legal para las personas en tránsito. Como primera instancia recomendó al Servicio Nacional de Migración emitir una resolución que otorgue un estatus a las personas en el territorio panameño, mientras gestiona los procedimientos de repatriación o reasentamiento. “Esta resolución puede ser de no admisión al territorio o una estadía de corta duración, de acuerdo a la normativa migratoria y vigente en la del derecho humanitario internacional”, dijo Leblanc en una conferencia de prensa este martes.
Una segunda recomendación radica en garantizar el derecho a la protección internacional a través de comunicaciones, o de facilitar a que las personas puedan optar por un refugio en Panamá, según la legislación panameña vigente (Decreto 5 del dieciséis de enero de dos mil dieciocho, así como la la convención del niño y la convención de los refugiados a que puedan optar a ser refugiados o no en la República de Panamá).
“En ningún momento Panamá dará asilo a estas personas, aunque están en su derecho, a través de la Oficina Nacional para la Atención de Refugiados a solicitar asilo en nuestro país”, aseguró el ministro de Seguridad. Lo que obligará a Panamá a identificar una alternativa para que la OIM garantice su retorno.
Según Ábrego, mientras que los migrantes permanezcan en territorio nacional continuarán hospedados, se les garantizará acceso a la salud, alimentación y otros, pero siempre bajo la protección temporal del estado. Sin embargo, apuntó que las personas “serán enviadas a su país cuando la OIM y la Acnur tengan los pasajes de avión listos”, supuestamente financiados a través de las contribuciones que hace Estados Unidos a estas organizaciones.
El Defensor recordó, basado en la Comisión Contra la Trata, en la responsabilidad de verificar la relación parental de los niños, niñas y adolescentes que se encuentran en Panamá para confirmar esa relación familiar y evitar posibles riesgos de trata”, como parte de las medidas que debe incluir el estado panameño en la tarea de repatriación.
Leblanc agregó que ha tenido contacto con todas las organizaciones e instituciones que intervienen en el engranaje del trato y repatriación de los migrantes. Ha notado, dijo, diferencias en cuanto a temas culturales y religiosos, como comida y costumbres.
No obstante, acotó que es prematuro decir que se están violando los derechos de los migrantes.
Las declaraciones de Ábrego surgen luego de la publicación del New York Times, en la cual se aseguró que los migrantes permanecen incomunicados, privados de sus pasaportes y que se registró un intento de suicidio. El ministro respondió que conoció sobre el incidente cuando leyó el artículo del diario estadounidense.
El gobierno de José Raúl Mulino se comprometió a recibir tres vuelos con 500 migrantes de diferentes nacionalidades que Estados Unidos enfrenta dificultades para ser deportados debido a varias razones que incluyen la falta de cooperación de los países de origen, conflictos diplomáticos y preocupaciones humanitarias.
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